PUENTES Y MINAS ROMANAS EN HERNANI.

Tesoros ocultos de nuestra tierra. Etxola-Erreka.

Siguen las sorpresas en nuestra tierra y tras las rutas ya descritas en este blog en Jaizkíbel, Aiako Harria y otras muchas que descubren para Donosti City nuestro grupo de sherpas, os contamos en esta ocasión otra ruta casi inédita que viene a mostrarnos nuevamente no solo la belleza del entorno sino la importancia histórica del territorio.

¿Sabías que en el entorno de Hernani – Urnieta existen un puente y una galería de la época romana? Es lo que hoy os trasladamos en esta ruta del Puente Etxola-Erreka en la que eso sí, remarcamos el cuidado a tener con un entorno sensible y en la dificultad del camino, en ocasiones peligroso, ya que hay tramos de espesa vegetación, otros resbaladizos, y para cruzar la galería se requiere luz frontal y mancharse de barro hasta las rodillas.

Tras esta aclaración nuestros sherpas Jesus Mari Alquézar, Enrique Villafranca, Javier Barbarín, Carlos Pérez Olozaga junto a la sabiduría del terreno de Marijo Villalba, ilustraron la ruta con todo tipo de detalles. Para ello la expedición se dirigió de Hernani hacia Goizueta y tras pasar por Fagollaga y Ereñozu detenernos en Ugaldetxo junto al puentecito.

La ruta partió del caserío Urmendi por la pista forestal de la margen derecha de la erreka Olaberri que confluye en el Urumea a la altura de Ugaldetxo. A algo menos de tres kilómetros se toma a la derecha la señalización “ Puente Etxola-Erreka “

Con mucho cuidado por la espesura de una vegetación que Alquézar no duda en señalar “ Orinoco-amazónica “ y algún resbalón de los de poner el culo se desciende hasta el puente romano construido en arenisca del Eoceno y que queda situado en una zona minera de cobre y galena similar a las que ya vimos en el recorrido de la Cascada de Irusta o Aitzondo de la Peña de Aia, cuyo enlace os dejamos aquí:

No hay que confundir este puente con otro más grueso y rústico del siglo XVIII. El romano, digno de admirar un buen rato, por la belleza del entorno, es de un arco semicircular y de cinco metros de luz.

Cruzando el puente y siguiendo la regata llegaremos a la citada galería minera de la época romana, que habrá que cruzar con luz frontal y agua hasta la rodilla. 70 metros de galería, agachados por la escasa altura de la misma, con varios huecos en las paredes para la colocación de lucernas, unos hilillos de vegetación que colgaban del techo y una salamandra que plasmamos en fotografías.

El regreso fue hasta fácil por la emoción de la jornada que como suele suceder, terminó en una mesa y mantel.

Enlace WIKILOC CARLOS PEREZ OLOZAGA.