AÑO NUEVO EN EL ADARRA.

Una tradición que merece mucho la pena.

  • Texto Jesús María Alquézar. Fotos Lutxo di Amore , Virginie Bugat y Javier Mitxelena.

Entre las costumbres del montañismo vasco, dar la despedida de cada año o la bienvenida al nuevo, es una ya muy arraigada tradición. Cada localidad tiene su montaña y cada club organiza, normalmente, una excursión corta, en alguno de los días citados.

Llegar a la cumbre de un monte el día primero del año tiene su encanto.

La relación es muy larga, pero la montaña que más montañeros atrae, en ocasiones hasta 2.000, en un desfile inacabable desde las primeras horas y luces del día, es el monte ADARRA de 824 mts. y desde diferentes bases. Es, sin duda, una cita multitudinaria a la que ascienden desde alpinistas de altura hasta montañeros populares.(Hay que madrugar pues en los últimos años de buena climatología la cola de coches aparcados ha superado en un kilómetro desde el caserío Xoxoka hacia Irurain.

Allí todos somos iguales. La excursión es una fiesta, deportiva y de amistad, donde se encuentran deportistas que quizá no se habían visto en los 365 días del año que se fue. Y en la cima además, en una tienda de campaña, el club Euskalduna de Andoain repartía caldo y txorizo mientras el Vasco de Camping brinda con cava el nuevo año. Hace años también se celebraba en el collado cimero una misa, oficiada por Aita Balentzi (José Manuel Balentziaga). Costumbres que, desgraciadamente, se van perdiendo.

  • Adarra desde San Sebastián. Foto: Sonia Urreizti.

MONTE ADARRA.
El monte ADARRA, en una gran montaña, “la montaña de la cuenca del Urumea” que cierra el horizonte desde la los puentes del Urumea de la capital guipuzcoana, con una silueta incomparable. Tiene una atracción especial, porque además de estar bien conservada, con sus bosques, prados, monumentos megalíticos y zonas despejadas, que son grandes miradores, es una ascensión exigente, aunque corta lo que da más valor a la subida.

Aunque son varios los itinerarios para alcanzar lo más alto, desde Donosti City vamos a proponer la ascensión más clásica con alguna variante, por si algún lector interesado, en otro día que no sea el 1º del año, prefiere alargar la sugerencia.

ASCENSIÓN al ADARRA

Ofrecemos a los lectores la ruta más tradicional, la que nace en el caserío Besabi (Besadegi) en las cercanías de Urnieta, ya a considerable altura (300 m) hasta donde se llega por carretera Hernani-Andoain. Nace un ramal de carretera en el alto de Irurain (gasolinera), hacia izquierda o derecha según desde donde se llega, hacia la inconfundible montaña y que finaliza en el caserío Besabi jatetxe-merendero, diariamente muy concurrido.

Este itinerario que describimos, además de bello, reúne varios alicientes complementarios como visitar diferentes monumentos megalíticos de alto interés histórico y cultural, con otros accidentes de leyenda.

También proponemos, para intimar más con este escenario estrella del primer día de cada año, otro recorrido conocido como “la vuelta al Adarra” con la ascensión a una cima menor, que no hay que ningunear y muy valiosa en el entorno, el monte Aballari, de cresta arqueada y rocosa y poco ascendida.

DESDE BESABI/BESADEGI
Aunque los que no tengan coche propio pueden iniciar la excursión desde la estación RENFE de Urnieta, con una hora de cemento hasta Besabi, es en este lugar donde se inicia hoy en día la ruta montañera natural, con aún un pequeño tramo de dura subida por carretera hasta el cercano caserío Adapeta-Montefrío.

Una langa de madera da paso al excursionista al pisado erosionado camino del monte Adarra, bajo un bosque de coníferas y hayas. El siguiente punto de referencia es Mantaleko erreka de saltarinas aguas. Entonces el montañero, ante la disyuntiva de arremeter la parte más dura, podrá declinar sus pasos a la izquierda para llegar a la cima por el espolón oriental, algo más cómodo, aunque con algunos tramos también de dureza.

Sin duda que la directa es la zona siempre más concurrida. Una larga pendiente directa, sin descanso, es un reto que en alguna ocasión hay que afrontar. Para ello desde la erreka el deportista irá a la derecha para ganar una explanada que ofrece la mejor vista del “muro del Adarra” para iniciar desde allí la fuerte subida.
Aquí el excursionista cambiará de rumbo, para completar el recorrido “Vuelta al Adarra” (que luego describiremos)

Tras el esfuerzo, se llega al collado cimero entre los dos cuernos, donde el primero del año estarán los montañeros en alegre conversación disfrutando del premio del dilatado paisaje y satisfechos de haber mantenido una año más la tradición.

Tras el descanso, tocará regresar por alguno de los variados caminos que guían a los senderistas hacia Besabi. Los que no los conozcan no tendrán más que seguir la larga cabalgata de montañeros que se distribuyen por todos los rumbos y que podrán seguir con la descripción siguiente de “La vuelta al Adarra”

LA VUELTA al ADARRA

Situamos a los lectores aficionados en “Mantaleko erreka” y en la explanada superior. Como el objetivo es dar la vuelta al Adarra, el montañero tomará la senda, siempre húmeda, que bordea la montaña por la derecha. Es un camino precioso que sortea numerosas rocas de pudingas. La vereda asciende suavemente, a media ladera hacia el collado de Eteneta.

Ya está el mendizale cerrando esta vertiente del círculo. Eteneta es un escenario mágico y mítico, salpicado de cromlechs y especialmente con el visible menhir de de 2,55 m de altura, bajo la ahora suave y alargada loma del Adarra, pues se ha ganado mucha altura (698 m)

El lector que no conozca este punto de referencia se verá sorprendido, seguro.

Se inicia entonces el cambio de rumbo del circuito para circundar el monte por la derecha, el camino asciende acercándose a la cumbre, a la que se debe llegar, por su cercanía y se inicia el descenso, viendo ya el monte Aballarri enfrente, que sugeríamos ascender, disfrutando a la vez de diferentes yacimientos megalíticos en la aproximación.

Una vez en Mantaleko lepoa , cerca del refugio, el excursionista buscará un corredor ,entre las paredes, que obliga a trepar con prudencia para pisar la cima. Esta montaña es un tanto enigmática, pues puede parecer el cráter de un volcán.

Recorrer el cresterío con prudencia es un divertimento recomendable. Curioso panorama desde lo más alto: al norte el cemento que nos invade con la costa y Donostia como referencia, y al sur la montaña en diferentes planos, rural y deshumanizada.

El siguiente y último tramo es ir en busca de la peña de Sansón “Sansonarri”. Se sitúa en el paso natural hacia Besabi por Arlegor.

Es una gran piedra cúbica de leyenda bajo el cresterío de Aballarri, de formas regulares llama la atención. Desde allí al norte por una estrecha senda el montañero llega por Arlegoko zabala, donde se adivinan otros cuatro cromlechs.

Una vez traspasado el collado, por inclinada ladera herbosa se llega a un ancho camino-pista que a la izquierda desemboca en el caserío Montefrio y se une al de Besabi por la carreterita de comunicación de ambos, y final de esta sugerente excursión, para todos los primeros de cada año o para cualquier día.

El día 1 de Enero ¡¡¡TODOS al ADARRA!!!

Datos

  • Vuelta al Adarra 9 km. 2,30 h
    Ascensión al Adarra 1,15h-1,30 h