DE ORIO A ZARAUTZ POR EL CARGADERO MALLA HARRIA. Ruta 7.

Dos pueblos unidos y la historia de un cargadero.

• De nuestro libro 20 RUTAS FASCINANTES POR EL PAIS VASCO, de SINGLATOR EDICIONES.

De nuevo el Cantábrico asoma inquietante, de nuevo el viento que juega a sonidos. Primero susurros con la suave brisa, después violentos con la galerna. Una visión fantasmagórica entre las brumas y el precipicio. Piedra y hierro, hierro y piedra.

Imagino ahora entre los muros del cargadero la actividad minera de inicios del siglo XX. Trabajadores con la cara ennegrecida y los cabellos revueltos por el viento, carretillas voladoras que vienen de los montes cercanos y suben de nuevo en busca de más hierro. Ruido de vagones, de palas que revuelven todavía más el hierro para bajar ahora desde el cargadero hasta los buques cercanos que esperan en el mar aguantando las embestidas de las olas contra su casco y el saliente de roca del precipicio que da nombre al cargadero.  

Soñando como estoy agarrado al pequeño balcón que cubre la parte superior del Cargadero Malla Harria parece que esquivo los vagones que con orden dejan la carga rumbo a otros puertos. Una vagoneta y otra. Y otra más. Una sube y otra baja. Así durante una veintena de años. Brillante obra de ingeniería capaz de unir monte y mar en un recorrido aéreo de cortar la respiración.

Miro el mar intentando ver algún buque pero lo que veo ahora son motoras, veleros, algún catamarán. Al Este quedan las laderas de Igeldo, de Jaizkibel. Al Oeste, Zarautz, Getaria y su ratón. Detrás de mí una ladera que une dos pueblos de obligada visita. Llega de Orio el olor a besugo mientras una trainera amarilla surca la ría. Más moderna Zarautz con actividad surfera afamada y su largo paseo marítimo tan azotado por el mar. En medio de ambas, la colina verde procedente de Aia, vestida de viñedos capaces de regalarnos el preciado txakolí.

Curioso contraste en apenas unos kilómetros de caminata. Es un tobogán que me lleva del pasado al presente, subo desde Orio, bajo hacia Zarautz y en medio ese fantasma del tiempo lleno de historia, Malla Harria. Piedra de malla.

1 LA EXCURSION.

Esta vez unimos dos pueblos de una tirada en una propuesta que normalmente no suele hacerse  ya que olvidamos su punto estrella que pocos conocen, el citado Cargadero Malla Harria. Esta excursión bellísima y muy fácil, me permite ver tanto Orio con su encanto marinero como Zarautz, más turística, más surfera pero también con un casco histórico muy interesante.

La larga ría de Orio deja a su pueblo protegido del mar, Zarautz da la cara al mar con valentía y arrogancia en su larga recta que forma el Paseo Marítimo, un espectáculo cuando el mar lo azota aunque en ocasiones, lo hace con tanta violencia que llega a los balcones de las casas cercanas. Orio con una tripulación de titanes del mar santo y seña del deporte del remo, Zarautz plagada de jóvenes que desafían las olas. Orio abrigado por las últimas estribaciones del macizo Mendizorrotz por el que se llega andando desde San Sebastián, Zarautz con la cercana silueta de Getaria, posiblemente el pueblo más coqueto de la costa vasca. Y hay muchos bellísimos.

Pero lo más llamativo es que justo en el centro del recorrido después de pasar la pequeña colina de viñedos queda un lugar mágico cargado de misterio, cargado de historia, cargado de belleza, tanto que es un cargadero antiguo que en varios pisos me ofrece unas vistas únicas. Una obra de Guillermo Vahl en los inicios del siglo XX para traer mediante cables y en vagonetas el mineral de hierro de las minas de Andazarate a unos 4.000 metros en línea recta desde la costa hasta el depósito principal del que quedan los restos.

Desde ahí volvían a cargarse para bajar al islote Malla Harria donde aguardaban durante horas grandes buques que los transportaban hasta Inglaterra o Francia, salvo que en caso de mala mar descansaran en el cercano puerto de Getaria. En 1923 se cerró la instalación y parte del cargadero se desmontó hacia los años 40. Una buena labor de rehabilitación permite su visita con paneles explicativos. Colgado sobre el abismo me enseña Getaria y una costa escarpada que nos invita a seguir explorando.

La excursión partirá de Orio a donde llego bien en bus o en coche en apenas quince kilómetros desde San Sebastián. Primero busco el casco antiguo de Orio con sus callejuelas ascendentes y su Iglesia de San Nicolás y tras un paseo de unos seis kilómetros llegaré a Zarautz por las escaleras de maderas por donde suben y bajan cientos de surfistas de todo el mundo que han instalado su caravana en el cámping. Empezando a bajar a Zarautz quedará hacia el mar el Cargadero Malla Harria donde pasaré un buen rato viendo esta obra y disfrutando de las vistas.

Ya en Zarautz recorro junto al mar todo su paseo de punta a punta con la compañía del ratón de Getaria en el horizonte hasta el Palacio de Narros y las piscinas con trampolines que forman el pequeño puerto en la carretera de Getaria.

2.RECORRIDO.

Un día luminoso será lo mejor, si es en temporada veraniega podré culminar con un baño en la playa de Zarautz. Llegando a Orio sobre las 10,30 es más que suficiente pensando que tengo todo el día por delante y posibilidades múltiples para comer, bien en el punto más elevado de la excursión que es el Camping de Zarautz o bien en la playa si llevo mi comida o en cualquier bar o restaurante de esta localidad. Tras el atardecer y si es verano, puedo planificar también la cena en Orio si al volver de Zarautz tengo que recoger aquí el coche.

Pero salgamos un poco antes del pueblo, en la misma entrada a la altura del paseo que bordea la ría viendo justo enfrente del Club de Remo de Orio.

• 2.1. Ría de Orio

A primera hora de la mañana y con el sol a mi espalda veré las barquitas amarradas hasta llegar al puente que por carretera me llevaría de Orio a Zarautz. En realidad es la ría del Oria al ser la desembocadura de este río que procedente del Macizo de Aizkorri llega por Zegama, Beasain, Tolosa, Lasarte y Usúrbil hasta Orio. Tras sacar las primeras fotografías y llegar al puente entro por la derecha hacia el casco antiguo de Orio.

Calles empinadas que datan del siglo XII formando el casco histórico conocido como Goiko Kale. Inicio el recorrido en la Iglesia de San Nicolás, renacentista del siglo XVI-XVII construída sobre otra anterior del XII. Llama la atención el atrio que la rodea punto de paso de caminantes, en especial peregrinos pues este es paso importante del Camino de Santiago costero.

Recordemos que de Hondarribia a San Juan por Jazikíbel, de San Juan a San Sebastián por el Faro de la Plata y desde aquí hasta Orio por Igeldo sería un bello recorrido de peregrinos. Por la empinada Calle Mayor y por callejuelas estrechas puedo subir primero hasta la emblemática Plaza Pilliku y luego por el cementerio hasta la ermita de San Martín de Tours, del siglo XIII. De ahí regreso hacia el puente. En temporada de remo, seguro que veré balcones con las banderas amarillas del club de remo.

• 2.3. Pesqueros.

Marinera como es Orio no podían faltar sus pesqueros amarrados bajo la silueta de San Nicolás. Historia de balleneros, de astilleros de galeones y fragatas. Manteniendo viva esa historia podemos ver descargar antxoas en los pesqueros que todavía llenan de color esta postal. Verde para el Berriz Ave María, azul para el Beti Aingeru.

Pero ahora cruzo el puente y por un breve paseo junto a la carretera paso al otro lado de la ría, bordeándola hasta pasar por debajo de la autopista que tanto desentona. Enseguida veré con marea baja una pequeña playita y un albergue con instalaciones deportivas.

• 2.4. Talai Mendi y los viñedos.

En el mismo albergue parte una pista de cemento que deja a la izquierda un par de caseríos y trepo durante un kilómetro muy empinado hasta la parte alta del Talai Mendi, de nuevo paso de peregrinos donde veré un bonito rincón dedicado al Camino de Santiago. Pese a todo lo más llamativo es que junto a la autopista cercana queda un manto verde repleto de viñedos de txakoli, afamada bebida de toda esta zona.

Aquí se ordenan los terrenos de Talai Berri, Erdikoa, Esparru, Urkieta, Talaipe, Muñagorri, Eiko Gaina, Jakue, Altzondo, Mahats Berri, Soraluze, Montteburu y Lurberri. Un paisaje que merecerá la pena contemplar mientras desde la cumbre cogemos un poco de aire.

• 2.5. Cargadero Malla Harria.

Tras alcanzar la cumbre llego hasta el camping bien dotado de restaurantes y sidrerías donde podré almorzar o comer. Sin prisa alguna podemos estar sobre las 13,00 horas con destino Zarautz. Sigo las indicaciones bien visibles y tras el camping llego a una zona de prados donde se inician las escaleras de madera que bajan en picado hasta Zarautz.

Veré a la derecha un primer mirador con vistas al Cargadero y un poco más adelante el empinado camino asfaltado que me lleva hasta él. A los pies de las murallas una vagoneta de hierro me indica bien a las claras la actividad que aquí tuvo lugar. Presto atención a los paneles indicativos en la ahora abandonada oficina de información justo en la base de los muros a los que podré subir muy fácil para admirar las vistas de la costa. Podré seguir bajando hasta casi tocar las rocas que en realidad dan nombre al Cargadero. Pero cuidado, que luego hay que subir.

• 2.6. Escaleras de madera.

Más de 400 escaleras bajan hasta Zarautz. Probad a contarlas. Cientos de surfistas bajan y suben del camping pues Zarautz es un destino importante para el mundo del surf. Aquí se celebra en los primeros días de Mayo una competición internacional de prestigio por lo que enseguida veremos en esta larga playa, tablas y más tablas de este bello deporte.

Según bajamos las escaleras encontraré un pequeño mirador con inmejorables vistas sobre todo Zarautz, la costa, los montes de Aia y su parque natural de Pagoeta que también merecería una visita, cosa que hacemos en otro capítulo.

• 2.7. Biotopo de Inurritza.

Precisamente desde este mirador veré a mis pies el biotopo de Inurritza, punto inicial de la visita a Zarautz. Es más espectacular con la marea baja pero aun así podré ver aves migratorias en sus aguas que con la ayuda del mar forman una pequeña marisma. Tras bajar las escaleras y siempre en una pasarela de madera muy fotografiada entro ya en Zarautz por la zona del golf y las dunas castigadas por los durísimos temporales del año 2014 que destruyó gran parte del ecosistema y casi todo el paseo marítimo. De nuevo la violencia del mar en nuestras costas.

• 2.8. Paseo marítimo y sus esculturas.

Dos kilómetros de paseo con la energía del Cantábrico de compañera. Si es temporada veraniega y teniendo en cuenta que estaremos sobre las 16,00 horas es el lugar ideal para tomar un descanso bien con un baño o bien tomando un café en sus incontables bares y cafeterías. Enseguida me daré cuenta que estoy en una zona eminentemente turística, muy bulliciosa.

Zarautz en realidad es un pueblo muy alargado que deja junto al mar lo moderno y al otro lado de la carretera, su casco antiguo. Pero ahora caminamos tranquilos viendo las esculturas que adornan este paseo marítimo no sin sacarnos la foto de rigor en la escultura del cocinero mundialmente famoso Carlos Arguiñaño justo en la entrada de su restaurante.

Los cubos o “Canons 22” de Elena Asins, la “Dama de Zarautz” de Marcos Hernando, “A Través De” obra de Dora Salazar, “Aspersión-Vertido” también de Dora Salazar y la más llamativa es la colorística “Joan Etorrian” de Miguel Angel Lertxundi hecha en maderas de castaño y acacia procedente de restos de barcos. Muy buscada por los fotógrafos. Ya al final del paseo junto al Palacio de Narro termina la serie con “Itsas lema” de Juanjo Gurrea en homenaje a los astilleros Txiliku.

Termina aquí el paseo marítimo, uno de los más recomendables de toda nuestra costa.

2.9. Las piscinas de trampolines.

Si decides darte un baño divertido y sobre todo has hecho con críos la excursión verás al final del paseo y ya en la carretera de Zarautz a Getaria, el pequeño puerto que sirve en verano de piscinas a las que se añaden trampolines para deleite de la chiquillería de Zarautz. Y del resto de Gipuzkoa. Quien más quien menos, todos hemos pasado por ahí. Y si no me baño, merecerá la pena acercarse para ver este ambiente.

• 2.10. Casco antiguo de Zarautz.

Retrocedo ahora para volver al pueblo y disfrutar de las calles de su casco antiguo, tan señorial como sugerente y callejeo en medio de un gran ambiente de bares, pintxos y copas.

Destaca la Iglesia de Santa María la Mayor y la Torre Zarautz formando un complejo arqueológico con restos de la historia del pueblo. La torre es además museo de arte e historia y es el edificio más antiguo.

Muy llamativo en la entrada del Paseo Marítimo es el Palacio de Narros de 1536 y que fue residencia de verano de la Reina Isabel II. Ya entre calles, veré la Torre Lucea, del siglo XV, ejemplo de arquitectura defensiva vasca y enfrente el Mercado.

3. A TENER EN CUENTA.

• De San Sebastián a Orio hay quince kilómetros de carretera. Lo ideal sería hacer en bus el trayecto pero si a la vuelta, me quiero quedar a cenar en Orio tendré que ir en coche y evitar problemas con los horarios de autobuses. Por si acaso, confirmar horarios en la aplicación de Lurraldebus.
• No es paseo duro y puede hacerse con un mínimo de forma. Mejor con día limpio, si es verano darse un baño lo agradeceremos. Si lo que queremos es ver solamente el Cargadero Malla Harria y andamos mal de tiempo, sería suficiente con ir a Zarautz y hacer el recorrido hasta el Cargadero al revés que en nuestra propuesta.
• Para ver el atardecer es mejor Zarautz. Ver la puesta de sol sobre Getaria no tiene precio. En Orio en cambio, la montaña no me dejará ver la puesta de sol.
• Las mareas vivas de Setiembre pueden resultar divertidas pero peligrosas. En esta época la marea alta sube mucho y aunque no hay temporales a nada que entre algo de ola sube hasta el paseo, mojando más de un pie y rodillas por no decir más. La chavalería juega y se divierte en el paseo pero en temporales de invierno, el mar se ensaña con Zarautz y han llegado a golpear las olas hasta balcones de segundos pisos.

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