FORMENTERA.
El paraíso existe y está en Formentera.
En Formentera el tiempo se detiene, las prisas no existen. En Formentera el azul es infinito, tanto que traspasa la línea del horizonte. En Formentera la tranquilidad es la condición número uno para quienes la pisan. El paraíso existe y está, no lo dudéis, en Formentera.
No hace falta que os reconozca mi debilidad por esta isla de las Baleares pegada a Ibiza. Me escapé un día de excursión desde el puerto de San Agustín en Ibiza, ida y vuelta, pero juré volver al año siguiente. Lo hice cinco días, otro año fueron diez, luego dos semanas, y hoy es el día que me quedaría para siempre.
Liberarse de la rutina diaria, quitarse el reloj según se llega al puerto de La Savina, y alquilar una bici es la mejor receta para oxigenarse y recargar las pilas. Fuera periódicos, fuera móviles… el sol nos dice que en verano sale a las 07,00 y se pone hacia las 21,00. Para qué más brújulas. Para qué el GPS si perderse, que es lo mejor, lleva de todas todas a una larga playa de aguas turquesas.
Amaneceres prodigiosos en las salinas, atardeceres de ensueño en sus playas, chiringuitos, estanys… recorrer cada metro de una isla casi plana y sentir la sensación de perderse entre sus caminos rurales, nada transitados de turistas. Da igual. Enseguida se intuye la salida, aparece una cala desconocida… y de nuevo el paraíso en unas aguas tan limpias como no habremos conocido nunca.
Felizmente las praderas de algas posidonias, protegidas por medio ambiente, se encargan de las labores de limpieza de estas aguas azules que en Illetes o en Migiorn no tienen fin.
Formentera fue en su día una isla querida por los hippies y se nota todavía en muchas familias por lo que quizás por ello mantiene esa idea de paz y tranquilidad. Pregunté el primer día al conductor de un autobús por el horario de salida a La Mola y me contestó que… “ enseguida… en 55 minutos salgo “ … lo que da idea de que en esta isla, que no tiene un solo semáforo, las prisas no existen.
Formentera bulle en verano de yates de lujo donde las grandes estrellas del cine, del deporte… se dan cita en los chiringuitos de playa, pero no se masifica al no permitirse edificar donde no se debe. Las casas u hoteles no tienen más de cuatro pisos por lo que en ningún momento se rompe la fisonomía de esta isla, ni su permanente sensación de tranquilidad.
Eso sí, para los amantes de la relajación absoluta, el resto de temporadas del año puede que no encuentres un alma por sus calles, de hecho en invierno solo abre un hotel y un bar, por lo que si te apetece un café tendrás que coger la moto o la bici y a buscarlo. Lo verás en Es Pujols, Hostal Rosales, único café abierto en invierno.
Por ello quizás la mejor temporada para visitar Formentera sea el mes de mayo, con el día largo, la luz limpia y sin apenas turistas. Una mañana me levanté hacia las 06,00 para sacar fotos en Illetes del amanecer. Hacia las 08,00 vi salir de un yate una barquita con tres personas de las que solo una remaba. Al llegar a la orilla desplegaron una toalla, o mejor dicho, la desplegó la persona que remaba quien al mismo tiempo sacaba latitas de caviar y descorchaba champán para la parejita seguramente adinerada. Un buen desayuno. Yo saqué mi barrita energética de pasas tropicales. Faltaría más.
Por cierto, en esta época del año los precios son más asequibles. Una caña en Chezz Gerdi junto a la playita de Es Pujols con DJ en lo alto de un coche, son tres euros. Un mojito en Tiburón viendo el atardecer sobre el islote de Es Vedrá en Ibiza, otros tres. Eso sí, en julio y agosto multipliquen por tres ( precios del año 2013).
Un día en el citado Tiburón apareció uno de los grandes magnates del petróleo cuyo nombre no citaré. Su yate causó gran impacto entre las aguas formenteranas. Junto a su acompañante, tomaron también mojito lo cual me ilusionó. Mientras yo pagaba mis tres euros, él pagó otros tres, seis al ser dos, pero eso sí… dejó una propina de 194 euros para deleite del camarero.
Otro día, y como contrapunto, pedaleaba por el Camí Vell entre San Francesc y el Caló de San Agustín, un tranquilo paseo entre higueras. Quizás extasiado no observé otra bici que venía de frente y al sortearla con brusquedad salí volando con destino Mallorca embarquen urgente por la puerta 7 B. La amable ciclista, una alemana que resultó ser otra de tantas que enamorada de la isla aquí se quedó a vivir, me ofreció su casa para restablecer unas mínimas heridas y de paso, una menestra de productos de su huerta, un cocido des peix típico y una torta de crema de aplaudir.
Ella iba a hacer un recado a San Ferrán que obviamente ya no hizo. Así es la vida en Formentera. Cada vez que vuelvo procuro darme la misma leche en el mismo sitio…
RECOMENDACIONES BASICAS.
- Olvida las prisas. No planifiques nada. Que el día te lleve por aquí o por allá.
- Fuera reloj, fuera móviles, salvo para sacar fotos.
- Si estás en forma, alquila una bici. Y si no, una moto para sentirte como Paz Vega en la película “ Lucía y el sexo “. Al menos como la primera, que lo segundo ya se verá.
- Ver amanecer con el sol reflejado en las salinas o en el Estany Pudent es memorable. Por la noche, el atardecer desde cualquier punto es muy aconsejable.
- Ten en cuenta el viento para buscar las calas más tranquilas, y si vas en bici no encontrarlo de cara todo el día.
COMO IR.
- De Bilbao suele haber vuelos directos a Ibiza y muy temprano. Coger uno a las 07,30 es posible por lo que nos plantamos en Ibiza a las 09,00. De ahí en bus hasta el puerto, y de ahí mismo diferentes navieras cruzan a Formentera en 35 relajantes minutos, cruzaremos S´Espalmador, la isla desierta, e iremos viendo la punta de Trocadors e Illetes hasta llegar al puerto de La Savina, donde el reloj se para.
IMPRESCINDIBLE.
- LA SAVINA.
El puertecito, sus Estanys: a un lado el Pudent y al otro el idílico des Peix donde se encuentra el HOSTAL más recomendable, La Savina. Ver el atardecer aquí con cientos de barquitas a la vista es impagable. Los juegos de luces en los estanys y en las salinas son increíbles. Bordeando el laguito des PEIX llegaremos a PUNTA PEDRERA , posiblemente el lugar más desconocido e idílico para ver la puesta de sol mientras me doy un chapuzón. Impagable. Y de hecho, es gratis.
- ILLETES – TROCADORS – S´ESPALMADOR.
Es la punta norte de la isla, una especie de lanza que va perdiendo anchura. Desde La Savina, quince minutos de bici. ILLETES son posiblemente las mejores playas del mundo para muchas revistas especializadas. En su parte más cercana a Ibiza está la punta de TROCADORS , una lengua de arena que nos permite tener una línea de playas al oeste y otra al este separadas por apenas una veintena de metros.
Al final de la punta se llega a Es Pas o el Paso, que en bajamar se puede hacer a pie enlazando con la isla de S´ESPALMADOR , un tesoro que nos aguarda. A la isla se puede ir también en motora desde el puerto de La Savina. Dicen que no se es formenterano hasta que no se cruza Es Pas. Yo debo ser ya hijo adoptivo.
- LOS PUEBLOS:
No dejes de visitar el pueblito pesquero de ES PUJOLS con un bello paseo marítimo lleno de chiringuitos, restaurantes y tienditas así como de un mercadillo callejero. Muy cerca está el acantilado de Punta Prima que también merece la pena ver.
SAN FRANCESC, la capital. Entrañable y con mucho ambiente por las tardes y la noche. Tienditas muy ibicencas y hasta de mucha calidad. En cualquier café disfrutaremos viendo su blanca iglesia. Un deleite para los sentidos y un buen motivo para que la cámara de fotos se fije en muchos detalles.
SAN FERRAN. Capital hippie en su época. Conserva tal cual la Fonda Pepe, santo y seña de la ciudad, así como la tienda de guitarras Guitars, donde las hacen a medida a guitarristas como Santana, Mike Oldfield…
EL PILAR DE LA MOLA. La única elevación de la isla. Son siete kilómetros desde San Ferrán hasta el Caló San Agustín, y desde ahí se suben dos kilómetros suaves hasta una especie de altiplano donde queda El Pilar. Unas cuantas casas llenas de caminos rurales que nos llevan hasta el Faro de La Mola. Los miércoles hay un mercadillo hippie con actuaciones en directo que hay que visitar seguro.
- FAROS:
- Por el camino de San Francesc a Cala Saona deja a la derecha la desviación de Cala Saona y sigue la carretera hasta una de las puntas de la isla. De pronto, el paisaje se hace lunático y termina en el FARO DE BARBERIA, el de Lucía y el sexo, con unos acantilados de quitar el hipo.
Más delante de El Pilar y por terreno llano llegaré al FARO DE LA MOLA, a 192 metros de la isla con un monumento a Julio Verne ya que aquí se inspiró en la obra «HECTOR SERVADAC» ,y dicen que también la de «El Faro del fin del mundo».
- CAMINOS RURALES.
Para pedalear con la sensación de perdernos. Da igual. Siempre apareceremos en algún sitio. El Camí de Port Salé, el Baix el Alt, el Vell, los de El Pilar, S´Estufador… encontraremos villas, casas rurales, prados, higueras, chumberas…
- RINCONES.
Además del ya citado de PUNTA PEDRERA, busca también el CALO DE SAN AGUSTIN y su piscina natural en pleno embarcadero; el increíble CALO DES MORT justo en el final de la playa de Migiorn; CALA BASTER con acantilados de arenisca que se deshacen con la mirada; o CALA SAONA , una de las mejores calas del mundo donde podré sacar fotos caribeñas al 100%.
- BUSCA.
- Alfonso Biescas, autor de la trilogía formenterana, Luz de Verano, Amanecer en Formentera, Luna de Formentera. La mejor forma para conocer la isla.
- Formentera Report. Revista anual de inmensa belleza fotográfica creada por Juan Picca. La tendrás en todos los comercios y librerías.
ENLACES:
- Álbum fotográfico: FORMENTERA EN IMÁGENES.
- Escucha nuestro podcast de Radio Viajera en el que charlamos con el ex-jugador de la Real Sociedad, Gorka Larrea, otro enamorado de Formentera, viajero de forma muy particular. FORMENTERA CON GORKA LARREA EN RADIO VIAJERA.