GAZTELUGATXE Y URDAIBAI. Ruta 10.
Alrededor del cabo Matxitxako.
- Foto portada : Wilco Westerduin, autor de Planet Basque.
- Capítulo 10 de nuestro libro » 20 RUTAS FASCINANTES POR EL PAIS VASCO «
La luz del faro alcanza 35 millas mar adentro. Es tan potente que puede verse en Castro Urdiales y en Deba pero seguro que en días limpios se ve mucho más allá. Algún txipironero me dice verla por el Paseo Nuevo de Donosti.
Su destello blanco ilumina el mar cada siete segundos y los grandes barcos agradecen su compañía cuando en temporales les indica el camino a seguir. En ocasiones el propio destello juega con el de la luna llena y dicen también los marineros de Bermeo que es tan potente el de uno y el de la otra que parece mediodía en estas aguas del Cabo Matxitxako testigo de una brutal batalla de los pescadores unidos a agricultores, caseros y demás gentes de esta costa contra el Crucero Canarias. Unos pocos atuneros con alguna munición contra el Goliat del mar.
Qué tendrá toda esta costa, capaz de mover franciscanos arriba y abajo de islotes como el de Gaztelugatxe o el de Izaro, para levantar ermitas y conventos. No ven que las altas olas de los temporales, las mismas que modelan a su antojo los acantilados les pueden lanzar con violencia al abismo. La fe, la que mueve montañas, en este caso en forma de olas, piedra tras piedra, escalera a escalera, así hasta 241, un muro en mitad de otro muro infranqueable azotado por el Cantábrico.
Las gaviotas vienen y van rendidas ante tal belleza y contentas porque en caso de temporales tienen un escondite secreto que comparten con otras muchas aves, un escondite que es un remanso de paz, las marismas más perfectas que pudiera pintar nadie.
Paz y Guerra, Guerra y Paz, la paz de las aves que descansan en Urdaibai, la de los surfistas que disfrutan con la caricia de sus amigas las olas. La Guerra de los buques piratas, la del Crucero Canarias, la de una flota de aviones con nombre de ave, Cóndor, que reventara Gernika. Cómo puede un lugar de tanta belleza sufrir el paso de las bombas con semejante violencia y dejar las aguas de las marismas y del Cantábrico bañadas en sangre y pólvora.
Se pone el sol en Gaztelugatxe. Luce ahora la ermita para que el turista toque su campana tres veces pidiendo un deseo. Un rayo verde ilumina el horizonte de esta costa vizcaína. Y yo la toco tres veces para pedir un deseo. Que no vuelvan los aviones ni los acorazados que me dejen en paz con las aves y los atuneros.
Ya es de noche pero un camino de estrellas me ayuda a bajar los peldaños mientras atuneros salen a faenar siguiendo la estela del Faro. Faro, estrellas, luna… imposible perderse ante tanta belleza.
Bienvenidos a la ruta del Cabo Matxitxako.
- Foto : Iñaki Peñalba
1 LA EXCURSION.
Os proponemos ahora un recorrido de gran belleza paisajística, uno de los principales iconos del País Vasco como es la zona costera del Cabo Matxitxako como espolón dominante y vigía fiel del islote de San Juan de Gaztelugatxe y las marismas de Urdaibai, reserva de la biosfera por la UNESCO.
A las márgenes de esta encantadora ría, pueblos pequeños rodeados de bosques mágicos como el de Oma y otros más grandes como Gernika y su roble, símbolo de todos los vascos, o Bermeo, villa pesquera antiquísima de colorido barrio marinero. Paraíso de cientos de aves que descansan aquí en sus largos recorridos migratorios, de piragüistas que aprovechan las aguas mansas de la marisma que forma el río Oka en su llegada al mar, de surfistas que aprovechan la famosa ola de izquierdas de Mundaka, de bañistas que en verano buscan las finas arenas de Laida o la más salvaje de Lada hacia Elantxobe, otro pueblo escalonado, parecido a Cudillero, donde pasar unas horas es relajante como pocos sitios, a la sombra de imponentes paredes como la de Ogoño o Marua. Pero sobre todo, paraíso de fotógrafos que encontrarán mil rincones donde gastar la batería de su cámara.
Una ruta que iniciaremos temprano en las arenas de Urdaibai frente a la Isla de Izaro con los primeros surfistas cogiendo olas, visitaremos después Gernika con su famoso roble y la Casa de Juntas. Desde ahí, por el otro lado de la ría volveremos al mar buscando Mundaka, Bermeo y Bakio, otro pueblo más turístico con una bellísima playa y grandes vistas a San Juan de Gaztelugatxe donde terminaremos la jornada, con suerte en las últimas luces del día, con menos gente y evitando agobios que la masificación de este islote bello hasta no encontrar calificativos, tiene desde hace unos años y más desde que fue escenario de Juego de Tronos.
- Foto : Wilco Westerduin, autor de Planet Basque.
La costa vasca está en proyecto de convertirla en Geoparque protegido desde Biarritz hasta Bakio, recorrerla entera es un reto que no puedes dejar de hacer. En esta guía ya hemos tocado casi toda ella desde Biarritz hasta Bakio pasando por San Juan de Luz, Hendaya, Hondarribia, Pasaia, San Sebastián, Orio, Zarautz, Getaria, Zumaia, Deba, Mutriku, Mundaka y Bermeo. Nos faltarán para otra ocasión, Ondárroa, Lekeitio y Elantxobe. Todo ello en diferentes rutas. Un paisaje, tradiciones, culturas, actividades deportivas, donde dejaremos volar la fantasía, sentirnos Jhon Nieve llegando a Rocadragón.
Es lo que haremos ahora, rematar la jornada en su momento más fantástico, al atardecer de primavera y verano, cuando el sol entrará por la campana de San Juan de Gaztelugatxe y cuando ya sobre el horizonte lance una llamarada sobre las aguas del Cantábrico. ¿Te lo vas a perder?
2. RECORRIDO.
Preparemos pues la aventura dispuestos a dejar volar la imaginación y de paso, a ver volar cientos de aves en un entorno protegido por UNESCO.
Madruguemos y si tomamos como punto de partida San Sebastián saldremos hacia las 08,00 horas a fin de entrar en las marismas de Urdaibai hacia las 09,20 horas con el sol saliendo de la imponente pared que forma la montaña a nuestra espalda y sobre todo, calculando la bajamar. Para ello tomo la autopista San Sebastián – Bilbao y me desvío en Amorebieta – Gernika. 17 kilómetros de carretera hasta Gernika que dejaré a la izquierda siguiendo la BI-2238 hacia Kortezubi – Lekeitio durante cinco kilómetros.
Muy atentos porque nada más pasar el alargado pueblo de Kortezubi tomaré a la izquierda la BI-3234, buscando la margen de la ría que ya empezará a asomar sus mejores galas. En siete kilómetros más llegaré a una curva amplia con un cámping. Conviene aparcar ahí y pasear un puñado de metros hacia la playa.
- 2.1. Urdaibai.
Justo en el aparcamiento veré un embarcadero que servirá de inicio a la sesión fotográfica. A la vista las aguas tranquilas en la bajamar por donde los primeros piragüistas surcarán el río Oka. Enfrente, en el otro lado de la ría, muy cercanos, barrios pintorescos y tranquilos como Sukarrieta.
Ya en la playa de finísimas arenas y con el sol saliendo a mi espalda tendré la tentación de darme el primer baño viendo al frente la Isla de Izaro, a mi izquierda Mundaka y su Iglesia con surfistas bajando para tomar las primeras olas y a mi derecha la gran muralla del Atxarre y las primeras vistas de Matxitxako y de Ogoño.
La entrada a las marismas desde el mar es espectacular pues el mar fundido con el río forma meandros arenosos en los que, según la marea, jugaremos a exploradores sin duda. El estuario, cuya vista área en cualquier mirador es bellísima, aparecerá a los ojos en la bajamar como un trazo azul del agua, salpicado por manchas verdes de los prados y dorados de las playitas que va formando la arena.
Urdaibai es una zona de 220 kilómetros cuadrados protegida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1984 y que presenta varios sistemas naturales de gran valor, el estuarino, el fluvial, el kárstico con ejemplares de encinar y el de la propia costa. Un remanso en el Golfo de Vizcaya que parece huir de la dureza de los temporales del Cantábrico guardando tesoros en forma de marismas, acantilados, bosques, playas, historia, cultura y el sabor de lo tradicional.
Pongamos las 11,00 como hora muy buena para seguir la ruta matizando que para quienes deseen ir derechos desde la playa de Laida hasta Mundaka será una faena dar toda la vuelta a la ría durante 25 kilómetros de salida y entrada. En marea baja se puede cruzar andando en un paseo de tres minutos por la orilla de la playa y hay que se queda ya en Mundaka mientras el acompañante o el bus turístico bien programado, da toda la vuelta. Pero no es nuestro caso pues estamos ansiosos de ver cosas interesantes y además en esta ruta no llegaremos a Mundaka hasta después de comer.
Apuntemos también que de la playa de Laida hasta la de Laga en Elantxobe hay un par de kilómetros y quizás podríamos acercarnos a riesgo de perder algo de tiempo. Elantxobe quedará para otro momento. Retrocedamos por la misma carretera que nos ha traído hasta aquí y de nuevo en Kortezubi seguir las indicaciones del Urdaibai Bird Center, un hotel cinco estrellas donde cientos de aves reponen fuerzas antes de seguir vuelo.
La visita puede durar hora y media disfrutando del recorrido. Las 11,15 será un buen momento para entrar.
- 2.2. Urdaibai.
Sobre una atalaya de vistas maravillosas, encontraremos este museo vivo de la naturaleza para el disfrute de las aves y sus migraciones gestionado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Aquí llegan las aves de Escandinavia, Holanda… descansan unos días, se alimentan y siguen su camino hasta Senegal, Mauritania o incluso Sudáfrica.
El visitante entra en una lujosa terminal de aviones, aves en este caso, con salidas y llegadas. Tras su espectacular panel informativo, nos adentramos en sus terminales donde cortos vídeos con maravillosas imágenes y audio nos ilustrarán sobre el recorrido de las aves, de la que es estrella el águila pescadora. Una de ellas a la que siguieron desde 2015 regresó posteriormente a Urdaibai.
Destacan sus puntos de observación bien dotados de catalejos con los que podremos ver con gran nitidez cada ave que llega a sus marismas. Unos auriculares nos ayudarán a escuchar sus maravillosos sonidos. Podremos también subir hasta su torre más alta y contemplar las increíbles vistas de todas las marismas.
Cuentan que llegó a ser vista, anidando en Las Landas, un águila pescadora Livingston, cosa que no sucedía desde el siglo XIX.
Dejamos el centro de aves para seguir la carretera hasta Gernika. Una pena porque en las inmediaciones de Kortezubi está el encantador bosque de Oma, un idílico paraje verde en el que junto al río Oma veremos caseríos y molinos antiguos y el conocido Bosque Encantado creado por el pintor y escultor Agustín Ibarrola. Las cuevas de Santimamiñe con pinturas del Paleolítico Superior.
En cinco minutos desde el Urdaibai Bird Center habremos llegado a Gernika, población que merece una visita.
- 2.3. Gernika.
Uno de los puntos más recomendables para nuestras visitas de fin de semana está en Gernika, bella población vizcaína cargada de triste historia. Citar Gernika, es citar su casi completa destrucción cuando un 26 de Abril de 1937 y en plena guerra civil, aliados franquistas, alemanes e italianos, la bombardean sin descanso destruyendo el 85 % de sus edificios con gran cantidad de víctimas. Sobrevivió su Casa de Juntas junto a su roble y por ello, es el primer lugar visitado.
- Foto : Wilco Westerduin, autor de Planet Basque.
Su famoso árbol, testigo de la toma de posesión del lehendakari, es de 2015 aunque el primer roble data del siglo XIV. Viejo y nuevo, pueden verse actualmente en una Casa de Juntas, sede de las actuales Juntas Generales de Vizcaya, edificio declarado Bien de interés Cultural, donde destaca su bellísima vidriera. De obligada visita y con estos antecedentes históricos, es el Mural del cuadro de Picasso.
Dos museos destacan en Gernika, el Museo de Euskalherria del Palacio Alegría, uno de los pocos que sobrevivió al bombardeo y el Museo de la Paz, en la Plaza de los Fueros.
También hay que visitar el Parque de los Pueblos de Europa inaugurado en 1991 con esculturas de Eduardo Chillida y Henry Moore. En su punto más alto luce la Iglesia de Santa María, terminada en 1715, uno de los ejemplos mejores de arquitectura gótica del País Vasco.
Destaca también su frontón Jai Alai, “ el segundo más activo del mundo “ tan solo por detrás del de México DF. El rápido deporte de la cesta tiene aquí su actividad, deporte que se va recuperando gracias a la labor de la Escuela de cesta de Gernika.
Pero sin duda callejear por Gernika es siempre lo más recomendable, sobre todo si es lunes ya que es el día del mercado, aspecto a tener en cuenta a la hora de visitar esta localidad.
Un buen momento para salir será después de la comida pues no todavía nos queda una tarde y una entrada de noche llena de emociones. Hacia las 16, 00 horas tomo esta vez la margen de la ría contraria y por la BI-2235 me dirijo a Bermeo previo paso por Mundaka tras 16 kilómetros de carretera con toboganes. Enseguida volveré a ver las marismas y entraremos en Mundaka.
- 2.4. Mundaka.
Aparcar a mediodía es un problema así que será mejor dejar Mundaka para otra ocasión y en cierto modo ya la habremos visto desde la Playa de Laida. Mundaka es famosa a nivel mundial por su ola que forma un tubo perfecto que puede alcanzar 400 metros. Motivo por el que esta localidad enfrentada al mar es muy visitada por surferos durante todo el año.
También Mundaka tiene una pequeña playita en su coqueto puerto y en fácil sendero llegaremos a la Ermita de Santa Catalina con restos de un fortín carlista. Durante el día salen motoras hasta la Isla de Izaro, la más grande las islas vascas. Los franciscanos levantaron aquí un convento que más tarde visitó Isabel la Católica y de hecho quedan las escaleras que se hicieron para que la Reina accediera.
La tradición dice que la isla se la disputaron en una regata Bermeo y Mundaka y cada 22 de Julio, día de la Magdalena, el Alcalde de Bermeo lanza una teja como símbolo de propiedad.
Tendremos que andar muy bien de tiempo para entretenernos en Mundaka así que seguimos hacia Bermeo, localidad que alcanzamos en un par de kilómetros más. Enseguida veremos su llamativo puerto que llegó a tener expuesto un galeón y sus casas de colores en el barrio pesquero.
También será visita para otra ocasión pues debemos seguir la carretera que por el Cabo Matxitxako nos llevará hasta Bakio, salvo que queramos cambiar el guión, buena opción, y prescindir de Bakio a cambio de unas horas en Bermeo.
- 2.5. Bermeo.
De enorme tradición pesquera y de historia medieval. Esta villa fundada en 1239 tiene edificios del siglo XV como el templo de Santa Eufemia, el claustro de la Iglesia de San Francisco y la Torre Ercilla.
Lo mejor será perderse por su barrio marinero en un laberinto de calles y asomarse al mar en el espigón que protege el puerto. En la actualidad cuenta Bermeo con una de las mejores traineras del Cantábrico, viviéndose en cada esquina los días de regatas la buena marcha del club Urdaibai.
Dejemos Bermeo y con las 16,30 horas asomando en nuestro reloj será señal de que vamos muy bien de tiempo. Prestemos atención porque evitamos la señal de Bakio que nos lleva por la nueva carretera, nosotros entramos en el mismo pueblo para tomar a la derecha una calle en cuesta hasta que me indique “ Cementerio “, subiré un tramo de calles en cuesta que me recordará a San Francisco hasta llegar al cementerio y a las instalaciones deportivas de Itxas Gane.
Ya arriba sigo por la carreterita que por la BI-3101 me lleva por toda la costa hasta Bakio en unos nueve kilómetros.
Merecerá la pena o no, según el tiempo, desviarse siguiendo las indicaciones y a unos cuatro kilómetros de salir de Bermeo, hasta el mismo Faro de Matxitxako.
- 2.6. Faro de Matxitxako.
Los amantes de los faros no pueden olvidar este sitio pues el más septentrional de la costa vasca. Un mirador excepcional desde el que veremos en ocasiones hasta cetáceos e infinidad de aves sobrevolar sus acantilados.
Hay dos faros en realidad, el viejo es de 1852 y el nuevo de 1909 que emite destellos que alcanzan las 35 millas, visible cada siete segundos desde Castro Urdiales hasta Deba.
Desde aquí, la vista de San Juan de Gaztelugatxe es excepcional y sin duda es otro bello lugar al que acude mucha gente de Bermeo para ver el atardecer.
Pero sigamos teniendo en cuenta que la visita al Faro nos llevará treinta minutos por lo que podremos prescindir de ella. La carretera sigue entre curvas hasta el aparcamiento de San Juan de Gaztelugatxe pero como a las 17,30 horas estará lleno, lo paso de largo y sigo tres kilómetros más para llegar a Bakio con su bella playa.
- 2.7. Bakio.
Una pequeña población que gana muchos adeptos en verano por su playa y la cercanía de Gaztelugatxe. Haremos tiempo hasta las 19,00 horas para reponer fuerzas y darme un baño en sus tentadoras aguas, fenomenal idea en pleno verano o incluso fines de primavera y hasta entrado el otoño.
Desde el espigón que remata su playa tendré unas vistas excepcionales, menos habituales del islote de Gaztelugatxe. Recorriendo un poco la playa veré un curioso pequeño acantilado de piedras rosáceas y cientos de surfistas cogiendo olas en esta playa importante de la costa vizcaína.
- Foto : Iñaki Peñalba.
Hora de culminar la jornada en nuestro destino principal que hemos dejado para el final lejos de los agobios de los excesivos turistas. El atardecer aquí en esta época del año será algo que no olvidaremos y con la puesta de sol de Mayo a Agosto, entre las 21,00 y las 21,50, el momento ideal para iniciar el duro paseo será a las 19,30.
Para ello salgo de Bakio bien provisto de bebidas y algo de comida hacia las 19,15 y por la carretera que me ha traído hasta aquí retrocedo. En tres kilómetros habré llegado al aparcamiento ya con menos turistas.
- 2.8. San Juan de Gaztelugatxe.
Sin duda, uno de los puntos de obligada visita del País Vasco, un icono algo olvidado hace años pero que se ha relanzado a nivel turístico y no solo por la serie Juego de Tronos, aunque como en todas partes nunca lloverá a gusto de todos, hay a quien le sienta mal que se le llame Rocadragón. Sea o no, el lugar es de absoluta belleza.
Escucharemos el tañido permanente de la campana de la Ermita dedicada a Juan Bautista. Dicen que con tocar la campana tres veces tu deseo se cumplirá aunque muchos visitantes no deben conocer la leyenda ya que tocan y tocan… y vuelven a tocar.
Este escenario tan misterioso como sorprendente no nos va a dejar indiferentes. La presencia del Cabo Matxitxako, el agotador recorrido descendente primero y ascendente después en sus 241 escaleras mientras nos maravillamos de cómo en su día pudo construirse una ermita así, si bien la inicial que data del siglo IX fue reconstruída varias veces, la última de ellas en 1886. Convento, baluarte y hasta de aquelarres ha servido.
- Foto : Wilco Westerduin, autor de Planet Basque.
El camino no es precisamente fácil pues desde el aparcamiento sale un sendero muy claro pero de gran pendiente descendente. Una vez en la cala y sobre unos arcos muy llamativos pasaremos el puente de piedra para subir esos 241 peldaños que se retuercen sobre el islote marcados por los pasos de un vía crucis y sus azules cruces. Ya arriba, unos 40 minutos después de salir del aparcamiento disfrutaremos de las últimas luces del día por lo que habrá merecido la pena el esfuerzo.
Será interesante ir bajando antes de que el sol se ponga por el horizonte para bajar, si el acceso está permitido, a una calita de piedra. En un escenario de cuentos de dragones y princesas, con llamativas rocas que parecen salir violentas del mar veremos las aguas ya en bajamar vestirse de seda y las paredes de los arcos tornarse naranjas.
Un día limpio será lo mejor para disfrutar de un pequeño baño entre las rocas viendo el rayo verde despedir el día.
Toca subir y no importará que lo hagamos de noche pues el camino es visible aunque eso sí, en subida muy dura. Sin hora de regreso queda marcharnos de nuevo por Bakio y seguir por Mungía y Derio hasta Amorebieta. Ya estaremos en la autopista hasta San Sebastián.
3. A TENER EN CUENTA.
- Al ser una jornada larga, unas doce horas desde que llegamos a Urdaibai hasta que salimos de Gaztelugatxe, conviene hacer la excursión entre los meses de Mayo y primeros de Agosto. En función de lo largo o no que sea el día, iremos quitando o añadiendo puntos de visita.
- En Gaztelugatxe se ha limitado la entrada de turistas que varía según la época por lo que conviene preguntar en las oficinas de turismo de Bermeo o Bakio a fin de evitar algún susto.
- No suele haber problema pero por si acaso preguntar también previamente en el Urdaibai Bird Center horarios de visita.
- En función del tiempo podré ir variando el recorrido teniendo en cuenta que el objetivo es ver Urdaibai y San Juan de Gaztelugatxe. Si me alargo en las marismas prescindo del centro de aves, suprimo Gernika para detenerme en Bermeo o se hace tarde y dejo Bakio para ir derecho al islote. También dependerá de si hago la excursión solo o en familia con niños que seguro agradecen el tema de las aves y darse algún baño bien en Mundaka o bien en Bakio.
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