HERNIO, CORAZON DE GIPUZKOA.
Una ascensión asequible a una cumbre mítica que ofrece vistas únicas.
- Texto : Jesús Mª Alquézar Foto portada : Elena Bengoa.
Doble excursión nos propone en esta ocasión Jesus Mari Alquézar. Una andando desde Iturriotz y otra en bicicleta subiendo Bidania y rodeando el macizo en una ruta espectacular. La caminata es un clásico de nuestra montaña en el día de Año Nuevo, pero en realidad en cualquier época.
Hernio (1074 m) es una alargada montaña, con diferentes cotas cimeras y que con su compañero Gazume cierra llamativamente el horizonte, siendo referencia tanto desde oriente como desde occidente. Es el primer monte importante que supera los 1000 metros en el relieve de Gipuzkoa del Este al Oeste .
Hernio y Gazume se asemejan a dos quillas de enormes buques frente a frente, con intención de abordarse y separadas por el gran portillo de Zelatun, donde sus remozadas bordas pastoriles, algunas reconvertidas en “Bentas” son un símbolo ,en lugar de paso obligatorio de la trashumancia pastoril desde la costa al interior.
La montaña, una de las mas visitadas de la provincia, está rodeada de diferentes localidades y desde todas ellas tiene vías de ascensión. Es una cita diaria de aficionados deseosos de alcanzar su cumbre para disfrutar de una panorámica sobresaliente de la extensa orografía de la provincia.
Además, Hernio es una montaña con una importante simbología religiosa. La montaña de las cruces, hasta hace poco estuvo poblada de 460 cruces “votivas”. Recientemente se eliminaron la mayoría por razones obvias, dejando unas pocas como testigos junto a la principal gran cruz que destaca en el horizonte desde la lejanía. Por ese motivo sagrado todos los viernes santo se congrega una multitud de ciudadanos para realizar el tradicional Vía Crucis.
A ello hay que añadir el carácter folclórico, con una tradición ancestral e inmortal de manera que todos los domingos de septiembre se repite una romería de alto sabor popular a las que acuden numerosas personas de todo el territorio que portan cintas de colores que luego cuelgan en las pocas cruces cimeras. Se decía que sanaban las afecciones reumáticas y de esa creencia la actuación. Con las “bentas” a todo funcionamiento, la jornada es una fiesta que no hay que perderse, aunque sea solo una vez en la vida.
Desde la cima repasamos los pueblos que rodean el Hernio y así reconocemos los principales desde donde se pueden iniciar las aproximaciones: Errezil, Tolosa, Hernialde, Alkiza, Andazarrate-Iturriotz son los puntos de encuentro para pisar las cimas, dado que es una sierra, con otras tres cotas cimeras además de las dos apuntadas: Ubeltz, Aizpel y Herniozabal a las que habría que sumar otras secundarias, pero secretas y desconocidas, como Belako Arkaitzak o Mendikute.
- Panorámica de Errezil.
LAS EXCURSIONES
Como ocurre en tantas y tantas montañas del planeta, las más emblemáticas de cada zona son atracción para los ciudadanos, deseosos de pisar sus cimas, sean o no montañeros. Hernio, por su importancia es una de ellas, de tal manera que se considera una de las mas frecuentadas de la orografía guipuzcoana. Dicen los anales que todo guipuzcoano, de cualquier clase y condición, habrá subido al menos una vez en su vida.
Toda la sierra posibilita itinerarios de diferente nivel y desde las localidades que rodean al monte. Hay recorridos de ascenso y descenso por el mismo escenario pero también los hay circulares, desde Hernialde, Alkiza, Tolosa, Urkizu, Asteasu o Errezil.
La vuelta al Hernio desde Hernialde o Alkiza es una clásica muy valorada por los deportistas, y también la travesía integral de todo el cordal cimero, desde Andazarrate hasta Hernialde o Tolosa pisando sus principales cotas cimeras. Son rutas de las que hace afición y permite intimar con este fantástico balcón de Gipuzkoa.
EL RECORRIDO MAS FRECUENTADO. EL MÁS CLÁSICO.
Pero, sin embargo, el más utilizado por su belleza y facilidad es el “clásico de la cima” desde el alto de Andazarrate o Iturriotz. Una carretera de 1,5 kms. une ambos puntos de inicio. Allí se sitúan la ermita de San Juan de Iturriotz y a su lado la gran Benta de Iturriotz, un notable edificio del siglo XVI que conserva la habitación donde pernoctó una noche de la primavera de 1535 San Ignacio de Loiola, en su regreso a su Azpeitia natal en su viaje desde París.
Un ancho, fácil y balizado camino guía al visitante hacia el cercano Hernio por el collado de Zelatun, a través de una montaña bien conservada. Teniendo en cuenta que se trata de una paseo montañero de 8 kms., para justificar el viaje proponemos, facultativamente, ascender primero al hermano Gazume (serán entonces 9,2 kms) que destaca por sus paralelas bandas blancas de caliza.
En Sagain zelaia, a mitad de camino, a la derecha se abre una singular vaguada (indicada) que directamente, por moderada pendiente, deja al caminante en la cima de Gazume. Ya tenemos a la proa de Ernio enfrente. En un rápido descenso el amplio collado de Zelatun es el punto de encuentro. Será raro no encontrarse con alguien. El almuerzo en el regreso en alguna de sus apreciadas “bentas” es casi una tradicional obligación.
Desde aquí nace el pisado, conservado y empedrado camino de montaña, una calzada que no ha perdido ni un sólo ápice su carácter y personalidad, y que rodeando por la derecha la montaña, conduce rápidamente al aficionado hasta la cima. Antes cruzará un rústico refugio abierto ”Erniozaleak” y los aros metálicos en una cruz ritual de piedra que sana los reumas de los que se los pasan por todo su cuerpo. Y siguiendo las cruces del “vía crucis”, la gran cruz blanca de hormigón cimera recibe a todo al que allí llega y que habrá contribuido a mantener el prestigio de ser la cima del Hernio la mas visitada. Una complementaria mesa de orientación ayuda a reconocer toda la orografía guipuzcoana.
RODEANDO el HERNIO en BICICLETA
Una atractiva propuesta, dada la gran afición de los guipuzcoanos al deporte de la bici, a todos los niveles: competición, cicloturismo y ciclo excursiones con BTT y e-bike es rodear esta montaña a través de las laberínticas carreteras locales y sus puertos de montaña. Bien en en una jornada o en varias, se puede conocer esta cordillera a pie de monte en un atractivo ejercicio. Con un mapa en la mano, no es nada difícil trazar la ruta, visitando, además, localidades y conjuntos históricos y monumentales del camino.
Siguiendo las agujas del reloj, o en sentido contrario citamos un itinerario tradicional :
Tolosa-Alto de Bidania- Iturburu- Errezil- Azpeitia (hasta Iraeta existe una ruta ciclable)-Aizarnazabal- Meaga- Zarautz- Aia- Alto de Andazárrate- Villabona – Tolosa (Ruta ciclable)
y también existen otras dos variantes mas espectaculares si caben:
A partir desde Errezil- Benta berri a Iraeta por Santa Engrazia y Aizarna
o desde Bidania por Goiatz y el alto de Urraki a Azpeitia y rizando el rizo por Santa Ageda y Beizama a Azpeitia, carreteras solitarias, que entusiasman y emocionan a los ciclistas en su pedaleo.