AMBERES, LA CIUDAD DE LOS DIAMANTES.

Breve visita a una de las poblaciones más bonitas de Europa.

  • Castillo de Steen.
  • Texto y fotos: Jesús María Alquezar.
  • Con el patrocinio de URTARO BIDAIAK, nuestra agencia de confianza.
  • Incluimos podcast en la App de Radio Viajera: De Donosti al cielo. Carlos Bengoa con Jesús María Alquézar.

En los viajes a Bruselas las guías recomiendan visitar las “más bonitas poblaciones de Flandes”, especialmente las “5 reinas” : Malinas, Lovaina, Gante, Brujas y Amberes. Se sugiere, para intimar con ellas, destinar cuatro días, viajando en tren desde la capital. Nosotros por conocer todas, decidimos desplazarnos hasta Amberes, con el ferrocarril que cubre la distancia de 50 kms. con cuatro trenes cada  hora.

Bélgica es un país, digamos, de nueva creación, ya que se fundó en 1830 cuando se unieron dos regiones, la del norte, de lengua flamenca, y Valonia al sur de habla francesa y germana. Antes pertenecían a Países Bajos y Benelux.

Flandes es mas próspera y también fue la mas afectada por las grandes guerras del pasado siglo. Aunque los iconos son Brujas y Gante, Amberes no se queda a la zaga. Tiene relación con la historia de España a la que perteneció desde 1554 a 1714, y se ven vestigios de esa época en ciertos puntos de la ciudad. En la Grotte Mark que hay escudos españoles  en el ayuntamiento.

AMBERES, la ciudad de los DIAMANTES.        

Escogimos Amberes por razones sentimentales. Siendo la segunda ciudad más poblada de Bélgica es famosa por la producción de diamantes, de Rubens y de la moda, ah y como no, también del chocolate y suma numerosos atractivos turísticos, destacando los parques.

A Amberes – Antwerpen, que se llega por la puerta grande, por la Gran Estación Central. Una maravilla vista desde cualquier ángulo, estación de tren de las de antaño, con sus numerosos andenes cubiertos por techos de hierro forjado y cristal.

Fue construida a finales del siglo XIX y coronada por una hermosa cúpula. Su vestíbulo no deja de sorprender a pesar de haber visto muchas estaciones monumentales. Está considerada una de las más bellas del mundo.

Desde la estación nace una gran avenida que llega al centro histórico. Pero hay que programar el itinerario para aprovechar la jornada. Vayamos por partes, y primero visitemos el barrio de los diamantes, imprescindible en la trayectoria comercial de la ciudad pues desde el siglo XV ha dedicado importante actividad económica a este comercio.

Por su producción, aproximadamente del 85% de la producción mundial, hace  que se la conozca como la capital mundial de los diamantes. Por ello existe el barrio del Diamante de Amberes, con numerosas joyerías. Las encontramos a un corto paso de la estación del tren y si se puede dedicar un tiempo al museo del diamante no es mala idea. Se ven muchos judíos con sus tradicionales vestimentas, pues muchos son propietarios de los comercios.

  • Tiendas de diamantes.

  • Barrio de los diamantes.

También en las cercanías, en la gran plaza Frankrijklei, está el impresionante edificio de la Ópera (Deer Vlamse Opera), de estilo neobarroco inaugurado en 1907 con decoración de estilo Luis XVI.

Amberes es también su puerto, un complejo de los más grandes del mundo, pues muchas rutas paran aquí para desembarcar sus mercancías. El rio Escalda cruza Amberes hacia su desembocadura del mar del Norte y hacia el puerto nos desplazaremos en tranvía, aunque puede hacerse en agradable paseo caminando. La intención es alcanzar el Havenhuis del puerto de Amberes, un elemento esencial en el moderno Amberes, un edificio equilibrado ya incluido en su patrimonio.

El MODERNO HAVENHUIS.

Es un edificio muy singular que conjuga modernidad y tradición, y es sede de la autoridad del puerto. La construcción adyacente a la antigua estación de bomberos es obra de la famosa arquitecta Zaha Hadid cuya edificación comenzó en 2009 y finalizó en 2016. La escultura es inquietante y representa un edificio en forma de piedra preciosa tallada, a modo de diamante . Es la guinda de las instalaciones portuarias, un capricho para los amantes de la arquitectura moderna y de visita obligada en la excursión. Un museo forma parte del conjunto.

Tras disfrutar caminando hacia el Escalda, en tranvía para ganar tiempo, donde llegan numerosos cruceros fluviales que será raro no verlos en sus muelles, otro edificio moderno imprescindibles es el edificio MAS. En los recuperados antiguos muelles del rio diferentes restaurantes ofrecen menús de paso para disfrutar de un descanso merecido regado con una tradicional cerveza de Amberes.

MAS ( Museum aan de Stroom)

Es el mayor museo de Amberes y también el más peculiar. Con una fachada rojiza intercala partes de cristal y en él se esconde una amplia colección de casi medio millón de objetos relacionados con la historia de Amberes. Pero además está el continente, pues su diseño, que es obra del estudio de arquitectura neerlandés Neuteling Riedjik, tiene una fachada donde se ven muchas manos que trepan hasta el mirador terraza del último piso, imprescindible atalaya sobre Amberes.

Aquí se han recuperado para el ocio los antiguos muelles del Escalda y se han construido modernas torres. Tras el almuerzo retornemos a la ribera derecha del río para ir al encuentro del castillo Steen y hacia el centro histórico.

EL CASTILLO STEEN y el CALLEJÓN VLAEYKENSGANG.

No se  debe evitar y tiene una bella vista sobre el rio. Construido en la propia roca (Steen significa roca en Neerlandés), está considerado el edificio más antiguo de Amberes pues data de la Edad Media.

Fue construido como fortaleza para vigilar los ataques vikingos a la ciudad, fue también residencia y prisión durante cinco siglos. En la entrada veremos la estatua de un hombre de gran tamaño que representa a un gigante de leyenda, Langre Wapper, que según la cultura popular vagaba de noche por las calles de Amberes atemorizando a los ciudadanos (ver foto de portada).

En nuestra visita, desde aquí nos queda cerca el centro más espectacular. Iremos caminando entre edificios medievales, de ladrillos rojos, remansos de paz que se se han mantenido intactos desde el siglo XVI. Intentemos llegar por el callejón Vlaeykensgang, un retorno al pasado, que por tres puertas de entrada nos conduce a la Catedral y Grand Place-Grote Mark, lugar de descanso obligado en la terraza de algunas de la cervecerías que abundan, para degustar la más clasica “De Koninck” de la fábrica mas antigua de Amberes.

LA CATEDRAL  de  AMBERES.

Aunque no lo parezca, la Catedral de Nuestra Señora  está considerada la principal de Bélgica y es Patrimonio de la Humanidad. Su arquitectura exterior impresiona, de estilo gótico y con una altísima torre (había un proyecto de construir otra gemela que no se llegó a hacer realidad). En el interior se alberga una de las mejores obras de la historia del arte: El descendimiento de la Cruz, de Rubens, cuyas dimensiones impactan. También guarda otras obras de importancia. Ah, y antes de salir no olvides disfrutar con las vidrieras.

Caminando pasaremos por otra plaza soberbia “hadschoenmarkt, la plaza del mercado de los guantes”, de forma triangular y con una arquitectura clásica neerlandesa, y desde aquí a la Grote Mark de Amberes, hay cuatro pasos.

GROTE MARK–Grand Place.

Poco tiene que envidiar a la Grand Place de Bruselas y con eso todo queda dicho. Sus característicos edificios con la arquitectura típica del siglo XVI, que pertenecieron a los antiguos gremios, son la cara más conocida de Amberes y es la visita obligada en cualquier época del año. En navidad, acoge un concurrido mercadillo navideño, de los clásicos del norte de Europa.

Al lado está el ayuntamiento, sobrio pero majestuoso de estilo renacentista, patrimonio de la Humanidad e inconfundible con sus banderas que adornan la fachada, todas ellas pertenecientes a los países que forman la Unión Europea. Del siglo XVI, es una construcción acorde a la importancia económica de la ciudad . En los escudos de la fachada uno de ellos pertenece a la dinastía de los Habsburgo, los Austrias y que pertenecieron a los reyes españoles siglos XVI y XVII.

Con  la citada catedral  forman un conjunto de fantasía que te sobrecoge.

LA CALLE MEIR y el BOULEVARD de KEYSERLEY.

Desde la Catedral hasta la estación caminaremos por el Boulevard De Keysereley, una amplia, larga y bella avenida. Aquí se encuentran infinidad de comercios, hoteles y  cafeterías y es un paseo agradable para ir o volver del centro histórico, desde o hacia la estación .

También se encuentran todas las franquicias europeas, pero deberemos fijarnos en una arquitectura típica del siglo XVIII, con casas con ornamentaciones de estilo rococó y fachadas con muchos detalles, que merecen su tranquila visión y sus evidentes fotografías. Y más, de interés, en 50 Meir está el extravagante centro comercial “Shopping Stadsfeestzaal”, un edificio art decó dedicado a las compras de lujo, al que invita a entrar para ver una arquitectura despampanante. Antaño fue un palacio residencia de los reyes de Bélgica y que incluso fue comprado por Napoleón.

Aunque aún quedan escenarios para visitar, (otras plazas, parques y museos recomendados) aquí finalizó nuestra excursión a Amberes  viendo lo imprescindible. El día no daba para más.

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