BRUSELAS, LA CAPITAL DE EUROPA.

Tres días en una capital diferente llena de historia, arte y cultura.

  • Por Jesús María Alquézar.
  • Nuestra pestaña VIAJES, patrocinada por URTARO BIDAIAK.
  • Incluimos podcast en la App de Radio Viajera: De Donosti al cielo. Carlos Bengoa con Jesús María Alquézar.
  • Incluimos vídeo Qué ver en Bruselas de «El viajero feliz»

En el blog Donosti City, en la pestaña Viajes , contábamos un viaje a Paris cincuenta años después de la primera visita. Pero una vez allí, no podíamos dejar de desplazarnos a la cercana capital de Bélgica y de la Unión Europea, Bruselas, con una excursión de día a la bella Amberes, la ciudad de Rubens y de los diamantes.

Bruselas es una gran ciudad diferente, imposible de conocerla en esos viajes colectivos que se ofrecen en el mercado con estancias de tres días, en lo que solo se frecuenta el centro caótico. Sin embargo, por nuestra estrecha relación familiar con la ciudad, podemos  asegurar que la ciudad no se asemeja a ninguna otra  del norte de Europa y que tras “patearla”, gusta por muchas razones, y que tiene de todo, historia, arte y cultura. Es necesario vivir allí o una estancia de muchos días para saber todo de ella.

Fueron cuatro días intensos y recorrimos los lugares mas emblemáticos para disfrutar con un tiempo soleado y brillante de las contradicciones que acumula la ciudad, a modo de recordatorio pues las ciudades según la edad se ven con “otros y nuevos ojos”.

En los viajes destino Bruselas, bilingüe  francés y neerlandés-flamenco, siempre se acompañan con extensiones a Flandes, con localidades de gran belleza como Gante, Brujas, Lovaina o Malinas sin olvidarnos de Amberes. Es por eso que Bruselas puede decepcionar si no se intima con ella. Bruselas tiene muchos atractivos , el turismo es una fuente importante de ingresos, y el español se escucha constantemente en el centro histórico, aunque cada vez menos histórico que podríamos llamarlo únicamente “centro ciudad”.

PARIS- BRUSELAS , desde la Gare du NORD 

 

Como amantes de los trenes  desde Paris, estación “gare du Nord”, nos deplazamos en el tren de  alta velocidad, Eurostar-Thalys, que en 80 minutos supera los 300 k/hora, en un viaje hermosísimo que merece repetirse. El tren genera ilusión y este viaje es espectáculo. La travesía de la campiña francesa y belga con sus granjas y casas unifamiliares  nos adentra en  una orografía diferente que nos deja siempre un poso inolvidable. El placer de viajar en tren.

La Gare du Nord es un icono mítico en  París. Diseñada por el arquitecto Jacques Hittorff es la referencia de comunicación con Europa norte (Bélgica, Paises Bajos, Alemania, Gran Bretaña). Dicen que si tu estancia es relativamente larga en París hay que ir a verla y completarla con otros hitos como la Tour Eiffel, Notre Dame o Montmartre. Si vas, obsérvala detalladamente pues es un lugar secreto de la urbe.

Su fachada es impresionante, monumental, todo un alarde clasicista adornada con 23 esculturas que representan a las ciudades que tienen ruta directa con Paris a través de esta terminal .Está el barrio “X  arrondissement”, que  es el tradicional parisino donde la vida fluye con mucha intensidad. Si hay tiempo, se recomienda dar un paseo por las inmediaciones.

Puntual, el TGV nos conduce en tiempo récord hasta la moderna “Gare du Mîdi”, en Bruselas.

BRUSELAS.

Desde la estación hasta nuestro hotel en el barrio de Schaerbeek lo hacemos en coche para disfrutar de los diferentes estilos de sus edificios, a modo de primer contacto.

Porque Bruselas es múltiple, y el eclecticismo forma parte de su estructura y de saber estar en el mundo. Bruselas, es multipolar, multilingüe y multiétnica. Está administrada por 19 distritos, que constituyen los barrios y viviendas con sus individualidades y diferencias resaltables. Sus fachadas son modernistas, art decó o ecléctico, y detrás de las casas hay islotes de vegetación. Y también de arquitectura actual.

Bruselas, para conocerla hay que pasearla, circular en el tranvía es una gozada, y observarla con detenimiento por esos paseos en soledad y silenciosos, acercarnos a sus numerosos parques, para que no sea una desconocida de cemento. El centro, sí, pero también para intentar comprenderla, hay que completar itinerarios bien resueltos en la publicación, que recomendamos, “Bruselas itinerarios”, de François Schuiten y Christine Coste, que ayudan como guía infaltable a vivir intensamente en la  capital Europea dónde se deciden muchas políticas de Europa y del mundo.

SCHAERBEEK.

 

Va a ser el barrio base, pues es un distrito magnífico para alejarnos del bullicio del centro y del barrio Europeo, que ciertamente visitaremos. Numerosas líneas de buses, con el metro y los tranvías nos permiten desplazarnos por esta gran ciudad.

Hay mucho arte arquitectónico en Bruselas. Representa otro urbanismo que despliega muchas variantes en la construcción. Se extendió en el siglo XIX, con mansiones de ensueño, pero destacando sus viviendas de dos plantas con tejados a dos aguas y de características fachadas de ladrillo rojo, con sus plazas con sus bares, cervecerías, y restaurantes, con un eclecticismo arquitectónico junto al modernismo de Horta del siglo XIX, que no dejará de sorprender al paseante, y que reúne una gran diversidad social, cultural y económica.

Y alrededor cultiva  importantes parques, pues Bruselas destaca por las muchas y grandes zonas verdes que mantiene con cariño y fervor, Josaphat o  Cincuentenario los cito como ejemplos. Aquí en los paseos reina la soledad, el silencio y la tranquilidad.

PARQUE del CINCUENTENARIO.

Como primer contacto a través de sus desordenadas calles llegaremos al parque del Cincuentenario, puerta del Barrio Europeo. Es un atractivo turístico imprescindible, con un edificio palacio museo, destacando un Arco del triunfo, coronado por una cuadriga de bronce, que recuerda la puerta de Brandeburgo de Berlin. Es un parque muy animado , el segundo más grande de Bruselas y alberga en su marco numerosos eventos de todo tipo.

  • Parque del Cincuentenario.

  • Arco del Triunfo.

Es la puerta hacia los barrios Leopold y Europeo, marco de la Instituciones europeas, con el Parlamento europeo, “el capricho de los Dioses”. Pero primero se llega al edificio Berlaymont, en forma de cruz , edificio típico de los años 60 sede de la comisión Europea, de obligada visita, asi como todo este barrio, que se extiende alrededor de la larga “rue de la Loi”. Los edificios modernos de las instituciones y los rascacielos del sector financiero forman parte del otro Bruselas.

  • Rue de la Loi.

  • Edificio Berlaymont.

Al otro lado del arco, al este, está la Avenue de Tervueren, una larga avenida de doce kilómetros que llega hasta el palacio museo Africano con extensos  parques naturales como el de Woluve en el trayecto, y surcada por excepcionales edificios de alto nivel económico con estilos modernistas, Beaux arts, Art deco y ecléctico. La excursión en tranvía es excepcional.

El regreso se hace por estas calles tranquilas, cruzando parques perdidos como el de Ambiorix, observando edificios de art deco -Maison Saint Cyr- y art nouveau que aparecen en cualquier esquina.

El paseo de esta tarde es muy animado y se termina con una cena muy clásica en Bruselas, “Les moules frites” (mejillones con patatas fritas) regadas con buena cerveza, de “les brasseries belges”. La gastronomía formará parte en nuestro viaje a Bruselas y  como los clásicos disfrutaremos de sus costumbres y en un restaurante no turístico.

EL  ATOMIUM.

En cuatro días de estancia en Bruselas (con Amberes), las visitas son limitadas, y no vamos a recorrer toda la ciudad pues por motivos familiares somos habituales. Hay que emplear bien el programa diario de recreo escogiendo mucho en esta corta estancia de recuerdos, pero en el plan no puede faltar el Atomium, un icono de la capital. Apuntamos que el bus turístico con dos rutas es una buena posibilidad para acercarte a los lugares emblemáticos imposible de llegar en el reducido empleo del tiempo de tres días, por ejemplo, y hacerte una verdadera composición de esta gran ciudad.

Si Paris es la Tour Eiffel, Bruselas es el Atomium, diseñado como símbolo y pabellón principal de la Exposición Universal de Bruselas de 1958, este enorme átomo de 102 metros de altura es la imagen de la capital belga y sin duda atractivo turístico de la ciudad. Obra de André Waterkeyn, representa un átomo de hierro ampliado a 165.000 millones de veces. La estructura tiene 102 metros de altura y esta formada por 9 esferas de 18 metros de diámetro comunicadas entre sí por tubos con escaleras mecánicas. En el interior de las esferas se encuentran exposiciones permanentes con memoriales de gran interés, con todo tipo de documentos gráficos y multimedia.

Se encuentra en el parque de Laeken donde veremos otros pabellones de la citada exposición y donde se puede completar un precioso paseo, dedicando un bien espacio de tiempo, visitando especialmente el pabellón chino y Japonés, el mini europa, una preciosa exposición al aire libre con más de 350 maquetas que reflejan Europa,y el estadio Heysel-Rey Balduino, sede de la selección de futbol belga, y de otros eventos deportivos con carácter mundial.

Desde Schaerbeek, un inolvidable tranvía-Heysel linea 51-, que discurre en la  larga avenida de Lambermont entre edificios de cierto nivel económico, algunos de lujo, nos conduce hasta el parque y desde allí, tras la agradable, lejos del mundanal ruido, un metro-tranvía Heysel linea 6 – nos conducirá al  caótico centro para recorrer algunos puntos clásicos de la ciudad.

GRANDE PLACE, MUSEO DEL COMIC de BRUSELAS, y GALERIA SAINT HUBERT

Grande Place-Grotte Markt

Tras el almuerzo frugal y turístico  en uno de los numerosos restaurantes que se sitúan alrededor de la Grande Place, no puede faltar  la vuelta a la misma, otro icono infaltable representativo de Bruselas. Hay que visitarlo en horas donde no hay nadie, tal es la belleza del conjunto arquitectónico, pero es difícil llegar en las primeras horas del día, cuando todo está desierto, y por lo tanto hay que sufrir las consecuencias de la cantidad de turistas que se concentran allí.

Es el lugar más famoso, animado y fotografiado de Bruselas, con decenas de famosos edificios, llenos de historia, y se considera uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de Europa. Impresionante de manera que los visitantes no saben donde detener su mirada. Con semejante reclamo cómo no va a estar inundada de ciudadanos de todo el mundo este punto de encuentro.

Destacamos el hotel de Ville, la Maison du roi, Maison des Ducs de Brabant, Le Renard, Le Coret y le Roy de´Espagne. Recomendamos sentarse en una terraza con una cerveza belga, bebida nacional y con una guía repasar tan bello escenario.

Museo del Cómic.

Caminando llegamos al cercano Museo del Comic (Centre Belge de la bande dessinée). Bélgica es cuna de numerosos autores del comic, y uno de los principales países impulsores de este arte gráfico destacando Hergé con su Tintin, y mantiene un importante legado que contiene más de 6.000 originales.

En este museo se rinde especial homenaje a Tintin, el famoso reportero creado por Hergé en 1929  es un lugar de culto, muy visitado y es la puerta de la ruta del arte del cómic en las fachadas de las viviendas con  murales de las publicaciones, que parte del mismo haremos .

Galerías de Saint Hubert.

El tiempo da lo que da y con la ruta del Cómic despedimos el día en un exclusivo pasaje comercial del centro de Bruselas: las Galerías Reales Saint Hubert. Construidas en 1847, fueron las primeras galerías comerciales de Europa. Bruselas en muchos aspectos es vanguardia. Las galerías son obra del arquitecto Cluyseaner que imaginó y diseñó una galería comercial cubierta en la que los visitantes pudieran refugiarse del mal tiempo o la lluvia y poder hacer sus compras con tranquilidad. Al inicio el acceso era de pago.

Se trata de un pasaje de 200 metros de preciosas boutiques, cubierta por una arcada de cristal  y hierro forjado. Se divide en tres partes, la galería de la Reina, la galería del Rey y la galería de los Príncipes. Están en el pleno centro y comunican la Grande Place con la zona de la Monnaie.

Es un paseo agradable e imprescindible para ver tiendas de moda, cafeterías, galerías de arte y comercios de bombones y chocolate, otra especialidad belga con las cervezas. Y además es un centro de encuentro de artistas, intelectuales y turistas que descansan en sus terrazas con un aperitivo. Aquí se veían Baudelaire, Victor Hugo y Dumas.

Las galerías  en Bruselas son una constante pues en la ciudad podemos ver otras siete y entre ellas, Galerías Bortier y Northern Passage, son las preferidas del ciudadano. Y es que en Bélgica y otros países del norte de Europa la lluvia es persistente.

  • Tranvía belga.

  • Edificio de la Unión Europea.

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