IGELDO Y SUS CUATRO MUROS IMPOSIBLES (CASI).
Un reto inédito: subir los cuatro muros en un solo día. Y con anexo de un quinto.
- Remate en Pilotegi. Curva y recta al filo de lo imposible.
ARTICULO EN BASE A LA EXPERIENCIA DE JESÚS MARÍA ALQUÉZAR Y JUANJO CIMORRA.
FOTOS DE CARLOS BENGOA, ALQUÉZAR Y CIMORRA.
ARTÍCULO PATROCINADO POR FIDENET (empresa de posicionamiento de redes sociales) en su 20 Aniversario.
Muros imposibles (casi), porcentajes del 27%, violencia extrema en las subidas y en las bajadas. El paisaje «bucólico y pastoril» de la ladera sur de Igeldo, que tanto gusta a Jesús María Alquézar, promotor de este artículo, acompañará en todo momento al ciclista, senderista o runner, pues la propuesta de Donosti City y Fidenet, va para todos ellos. Pero, cuidado, no habrá tiempo para admirar un magnífico paisaje de mar y montaña, ni los caseríos históricos, ni sacar fotos de postal.
El sufrimiento del aventurero le hará maldecir el reto.
- Lo bucólico existe, pero no habrá tiempo para su disfrute.
Los ciclistas de la Clásica de San Sebastián ya conocen dos de ellos (Murgil y Tontorra), puntos clave del desenlace final, todos recordamos la caída de Van Avermaet en Tontorra y la exhibición de un chaval, Remco Evenepoel, llamado a grandes gestas ciclistas, en Murgil Bidea. Pero hay cuatro. Cuatro. Y todas se desarrollan por los caminos del Barrio de Ibaeta, Igara.
¿Alguien se atreverá a subir y bajar todas en una sola jornada?
- Un esforzado de la ruta se retuerce en Murgil.
Vamos con la descripción de la cuatro subidas de la mano de Jesús María Alquézar y después os proponemos el gran reto de Donosti City y Fidenet: IGELDO MORDOR CLASSIC.
El cordal Monte Igeldo (Txubillo-IruTxubilloak)-Mendizorrrotz-Orio con sus numerosas y laberínticas carreteritas y pistas cementadas en sus dos vertientes, constituye un escenario apropiado para la bicicleta todo terreno (BTT), especialmente, con rutas de diferente longitud y dificultad, porque además de servir de entrenamiento, nos permiten a modo de recreo disfrutar de la naturaleza, dado que todas se desarrollan en escenario rural y de campiña, donde aún se labora en tareas agrícolas y ganaderas. Será raro no ver cabezas de ganado de diferentes razas pastando en las verdes praderas.
- Subida de Murgil con su bonito caserío.
San Sebastián está abrazada por tres montes verdes, que embellecen la ciudad. Son Ulia al este, Urgull en el centro, e Igeldo al oeste. En medio, la afamada bahía de la Concha es orgullo de los ciudadanos donostiarras. Y al sur las colinas se extendían formando una corona verde muy importante. Ulia e Igeldo son escenarios atractivos para el pedaleo con muchos recorridos, y Urgull para una sola visita.
Y desde Donosti City, en esta ocasión, proponemos Igeldo para, en “bicicleta todo terreno-BTT”, escalar las subidas más extremas de la cordillera por la vertiente sur, verdaderos “muros”, desafíos para el deportista que diariamente acude a esas durísimas subidas para intentar superarlas, y que además del ejercicio deportivo sirven para reencontrarnos con una tierra que mantiene sus ideales y permite disfrutar de unos insospechados paisajes de mar y de montaña de primoroso atractivo.
- Un muro más en Tontorra.
EN LA CORDILLERA de IGELDO.
La mayoría de estos recorridos circulan entre campos de labranza, prados, bosques y caseríos, donde todavía quedan algunas bentas-baserris donde se puede disfrutar de un sugestivo amaiketako.
Es apropiado proveerse de un mapa de Donostia-Igeldo-Orio (Papel o digital) para situarse en las carreteras que aquí existen, para trazar las rutas y hacerse una composición del lugar.
- Un descansillo en Tontorra antes de atacar la ladera final.
PILOTEGI.
Es el recorrido más duro y exigente de las “paredes escarpadas” de Igeldo. Es el desafío más extremo, el afamado Pilotegi,“el Mortirolo” donostiarra” con tramos al 24 %, 25 y 27 (hay quien apunta un 29%). Recordemos que el tramo de la famosa Cueña les Cabres en el Angliru tiene un 23,6%. Para algunos la pendiente más dura de Gipuzkoa a este nivel. La reina. Su último kilómetro tiene por sí solo un 17,8%.
Además de la escalada pura, para dominar la pendiente hay que pedalear con “el cuchillo entre los dientes”, se disfruta de un distinguido horizonte hacia los diferentes puntos cardinales.
- Parte final de Pilotegi. Lo brutal existe.
Desde Igara-Barrio de Ibaeta se asciende hasta la plaza del pueblo de Igeldo en 2 kilómetros. Es una carretera estrecha, revirada, cementada y asfaltada a la sombra del bosque. Después de Portuetxe, como referencia en un espacio ocupado por muchas empresas, se cruzan las instalaciones de Correos y luego una subestación eléctrica, con indicación “Pilotegi bidea ”.
Ya estamos en los primeros compases duros al 18% que desembocan en un falso llano. De inmediato en zona rural se supera el agroturismo Zelai eder-Aristondo, dominando un escenario verde de interés paisajístico.
- Vistas de Donosti desde el inicio de la subida de Pilotegi.
En el palacio blasonado de Aristegieta se inicia el muro ya con fuertes desniveles, con rampas sucesivas al 21 y 20 % y con dos impresionantes curvas ¡¡infernales!!! en herradura al 22, 24 , 27 y un pico al 29 %, que exige todo el enorme esfuerzo humano. La recta final se suaviza relativamente -18- para desembocar en la coqueta plaza del pueblo de Igeldo que bien merece un descanso en la histórica fuente Lizardi (1893), tras cerca de dos kilómetros de superación, pero ¡¡¡qué dos inolvidables kilómetros homicidas !!!
- Altimetría de Pilotegi de altimetrias.com
BORDAKO TONTORRA.
Curiosamente era una subida poco habitual entre los aficionados a la bicicleta de muros extremos. Un tanto olvidada sin causa justificada hasta que en los años 2014-2015 fue incluida en el libro de ruta de la Clásica ciclista de San Sebastián para endurecer los últimos kilómetros de la prueba. Su inclusión, que despertó el interés de los deportistas por su novedad, solo duró dos citas dado que en la edición de 2015, un accidente provocado por la estrechez de la carreterita, por una moto con el ciclista Van Avermaet cuando iba escapado, hizo que desde entonces los últimos kilómetros se hayan desplazado a Murgil. Pero actualmente, Bordako tontorra, forma también parte de los retos de los ciclistas.
- Inicio de Bordako Tontorra.
Siendo más asumible que Pilotegi, tampoco es de menospreciar, pues es muy severa para ciclistas de ruta, menos para BTT y magnífica, de disfrute, para los de eléctrica, como veremos, teniendo repechos breves al 20%, por carretera estrecha, en sombra y bien asfaltada y con poca o casi ninguna circulación motorizada, lo que es un alivio.
Es una ascensión de 2,5 kilómetros que se inicia en el Barrio de Igara tomando la carretera a la izquierda tras el parque móvil del ayuntamiento señalizada “Errota berri” y “Camping de Igara” que sigue el cauce del arroyo. En el siguiente cruce se toma a la derecha hacia el camping y en el primer altozano nace a la derecha el muro de “Bordako tontorra” sin señalizar, pero inconfundible por una carretera estrecha y preciosa.
- Un caballo nos saluda al inicio de la dura subida de Bordako Tontorra.
El perfil es duro, al comienzo tiene 500 metros al 14%, buen aperitivo, luego un tramo de falso llano hasta con un pequeño descanso en descenso para llegar a las ruinas de un gran baserri, donde se inicia el sector más duro, otro kilómetro más al 15% con dos cerradas curvas en herradura con un pico del 20% en la primera de ellas, todo ello entre un denso bosque. El final se suaviza un poco, pero el desnivel no baja de las 2 cifras en la pendiente que desemboca en la carretera del cordal cimero-Igeldo-Mendizorrotz-Orio a la altura del observatorio meteorológico.
El promedio es del 18% y las puntas más relevantes van del 12 al 20% con mucha frecuencia.
- Altimetría de Bordako Tontorra de altimetrias.com
MURGIL.
En la actualidad es la ascensión más popular de los “muros” y por ende, la más concurrida por los deportistas del pedal. La razón es que su pendiente está incluida en en libro de ruta de la Clásica ciclista de San Sebastián, donde, normalmente, por la dureza de sus rampas se decide la carrera. Estos kilómetros de castigo sustituyeron a partir del año 2016 la subida de Bordako Tontorra. Siendo la carretera más ancha que la anterior citada hace que en los lados de la calzada se concentren, en un espectáculo inolvidable, en varias filas cientos de miles de aficionados para animar a los “esforzados de la ruta” en su duelo con la cuesta. En este audaz final de 1800 metros la subida es “matadora”, otro reto.
- Un tramo duro de Murgil. A la derecha, arriba, se ve la carretera subir antes de la gran curva final.
El itinerario es el mismo que el del capítulo “Bordako tontorra”, pero a partir de la bifurcación y un ligero descenso, se sigue Murgil donde se inician los primeros cientos de metros en un escenario de campiña con caseríos (Egioleta), manzanos y verdes prados donde pastan cabezas de ganado y vigilados por los tradicionales montes donostiarras Arratzain y Mendizorrotz.
- Arratzain y Mendizorrotz juntos. Por debajo de estos prados pasa la subida de Murgil.
A partir de aquí son 1.800 metros exigentes. Si la pendiente en el inicio es del 10,5 %, es a partir del baserri Murgil como referencia, cuando la subida llega a los picos 10, 25 y 20 % respectivamente y que son los porcentajes más explosivos, hasta la unión con la ruta de la vuelta a Donostia. El final, se suaviza en relación al esfuerzo anterior pero no baja del 12,5 % para alcanzar la felicidad en la desembocadura a la altura del Camping de Igeldo, ya en el cordal cimero clásico.
- Dice Alquézar que se suaviza, pero no sé yo.
- Altimetría de Murgil. (fuente Clásica de San Sebastián).
ARRATZAIN y TXALIN por el collado de ARTIKULA.
Para intimar con la vertiente sur de la cordillera de Mendizorrotz es necesario coronar esta elegante y clásica ascensión que acumula fuertes porcentajes aunque está considerada de menor entidad que las tres anteriores. Este es el antiguo paseo a pie al monte Arratzain pasando por el baserri del mismo nombre y es también la salida por el oeste de la ciudad. Hoy, gracias a esta carretera, es el paso más rápido por monte hacia Usurbil.
Es una subida de 4,5 kilómetros (2,5 kms hasta Arratzain) desde la charca de la ranita meridional, que es desde donde comienzan las duras rampas hasta el cordal de Igeldo por carretera estrecha, en sombra entre praderas y pocos caseríos aislados pero es un itinerario panorámico sobre la vertiente sur de la cordillera y siempre con el redondito Arratzain como referencia.
- Charca de la ranita meridional.
En un principio se sigue la ruta de “Bordako tontorra” por Errota Berri hasta la primera bifurcación que se toma a la izquierda hasta la charca de la ranita meridional. Tras un repunte inicial de 12 % la carretera, no sin sufrimiento, llegan rampas mantenidas entre el 12 y 14%, hasta llegar a un cruce de hasta tres caminos. Seguimos bajo la autopista y después por la derecha, buscando la sidrería Arratzain. De nuevo duras rampas del 12% hasta darnos de bruces con Arratzain. Ahora bajamos por un bosque hasta conectar con el puente sobre la autopista, cambiar de vaguada, y seguir de frente por pista cementada durante 600 metros al 16 y 18%. Brutal. Culminamos en Txalin bidea frente el histórico caserío Biorreta ya en la carretera Donostia-Orio.
- Un tramo de la subida Arratzain- Txalin.
- Altimetría hasta Arratzain. Faltaría el tramo que sube a Mendizorrotz tras pasar sobre la autopista. Fuente: Altimetrias.com
A QUIEN DIOS SE LA DE, SAN PEDRO SE LA BENDIGA.
Los muros pueden hacerse de forma individual, o de dos en dos, pero… ¿habrá probado alguien a subir los cuatro juntos?
El circuito es posible, siempre en la ladera sur, incluyendo la bonita subida de Arratzain que terminaremos conectando con Txalin. Y lo diseñamos de tal forma que el remate final será el peor momento de todos, el famoso último kilómetro del Mortirolo donostiarra, Pilotegi. En total, los tramos de subida sumarán aproximadamente 10 kilómetros: Murgil (1,8), Arratzain (4), Tontorra (2,3) y Pilotegi (2); 7 de ellos por encima del 10%.
- La entrada en Pilotegi Bidea es una invitación a darse la vuelta.
Según la altimetría citada hay más de 34 tramos señalizados por encima del 15% , y nueve, por encima del 20, siendo un 27% el tramo más duro, justo al final del reto, para que el esforzado de la ruta llegue madurito a Igeldo.
- Esforzado de la ruta, retorcido subiendo a Murgil.
MÁS DETALLES SOBRE PILOTEGI: PILOTEGI EL MURO TERRIBLE DE IGELDO.
EL RETO: IGELDO MORDOR CLASSIC.
Me acompaña en la aventura mi amigo David Juanmartiñena (Director de la empresa de marketing digital Fidenet, en su 20 aniversario), pues quiere diseñar algo especial en su efeméride. David ya tiene en sus espaldas los cuatro muros, pero de uno en uno, y no cree posible la gesta. Yo menos.
- Cuestas de Txalin en nuestro anexo de Arratzain.
Con salida en el Diario Vasco (siempre presente en los grandes acontecimientos deportivos), y tras desayunar con los amigos Zabaleta en el Asador Aratz, nos dirigimos por el camino de Igara dejando a la derecha el Polígono industrial donde está precisamente Fidenet. Siguiendo las indicaciones de Camping Igara, pedaleamos en llano y buena carretera, dándose la salida real lanzada entre un bosque más bien tenebroso que presagia el sufrimiento. Enseguida llegamos al club Errota Berri que dejamos de lado pues hoy tenemos que cabalgar la bicicleta.
Llegamos a un cruce en el que a la derecha se llega al camping, pero vamos por la izquierda hacia la sidrería asador Arratzain. Ya en la charca de la ranita meridional que dejaré a la derecha, comienza lo duro, el reino de Mordor abre sus puertas con esos diez kilómetros acumulados de subidas que superan los de cualquier clásica profesional.
1. ARRATZAIN-TXALIN.
Un kilómetro al 14% nos da la bienvenida. En el final del mismo tendré a mi izquierda la autopista. El croar amable de la ranita da paso a un bocinazo camionero, o quizás fue un rugido de Mordor pues quedé a un paso de desparramar el desayuno por los verdes prados.
Encontramos un cruce tipo rotonda con tres caminos, seguimos por la izquierda para pasar bajo la autopista entre paredes de graffitis. Nada más salir seguimos por el camino de la derecha, hasta un nuevo cruce donde vemos el cartel de Arratzain Sagardotegia y Artzubieta Bidea. Otro repecho muy duro bordea el caserío Ustargi con un 14-15% de pendiente que continúa más arriba con igual violencia. A mi espalda una gran panorámica de Donosti y su bahía que observé mientras esperé a David al que tomé varios segundos de ventaja (en realidad paré porque no podía más).
Pasamos por el caserío Artzubieta entre ladridos de un perro felizmente atado. Nuevo repecho, breve, pero al 16% hasta coronar otro altillo con un nuevo caserío. Seguimos de frente olvidando una pista que baja a la izquierda. Un nuevo repecho muy duro y nos damos de bruces con el caserío Arratzain, justo bajo la cumbre que lleva su nombre.
Arratzain es el llamado «Fuji donostiarra», presentando ese aspecto si lo vemos por ejemplo, encima del Palacio de Miramar desde el Naútico. Para que no se enfade nadie, pertenece al término municipal de Usurbil. Hasta aquí, son 2,6 kilómetros al 10% de media quitando los descansillos. Un agradable descenso entre el bosque nos deja en el puente que cruza la autopista y justo pasarlo seguimos de frente por Kalezar Auzoa.
- Última recta de Txalin-Arratzain.
Una interminable pista de cemento de unos 500 metros al 17%, y un tramo del 20, para conectar con la carretera tradicional Igeldo-Orio a la altura de Txalin y muy cerca de las antenas. Torcemos a la derecha para bajar hacia el camping.
Resoplando hemos concluido el sufrimiento, pero no, quedan tres. Mordor no ha terminado su exhibición. Le quedan tres muros. Evito decirle a David que me quiero dar la vuelta, pero como hay que bajar por Murgil, lo haré después. A 300 metros de la salida en Txalin, y sin llegar al camping de Igeldo, tomamos a la derecha el camino Murgil Bidea donde hasta cuatro perros ladran, aunque esta vez, sin modificar su posición.
2. DESCENSO POR MURGIL BIDEA.
Rápido descenso por donde luego subiremos disfrutando del paisaje, hasta el cruce del camping Igara. Un primer tramo donde además de los perros observamos gallinas y gallos. Para gallos ellos, que nosotros ya estábamos hechos una piltrafa.
- Descenso por Murgil Bidea.
Seguimos pedaleando con alegría hacia Ibaeta hasta encontrar enseguida un giro a la izquierda que sube enseguida con violencia. Es Bordako Tontorra, que no viene señalada ni en el Google Maps, escenario de la Clásica como decía en su texto Alquézar. En la parte alta sí veremos «Igara Bidea», pero no se señaliza al empezar desde abajo.
3. BORDAKO TONTORRA.
Al rebufo de David cometo el error de subir estos 2,3 kilómetros al 10% de media, pero con un repecho inicial al 12, otro al 15 y otro al 17% durante 500 metros hasta el caserío Barrenetxea. Un falso llano con otro repecho al 15% nos lleva a un descansillo hasta el viejo caserío Erauntzeta donde un casero cultivaba tomates.
Una pareja de perros salen ladrando, pero se dan la vuelta en cuanto nos escuchan resoplar, quizás pensando que bastante tenemos con llegar al infierno pues nos queda el kilómetro final con tramos y complicadas curvas al 18, 15 y 19%, terminando al 14% antes de llegar al merendero Etxenagusi y ver de frente el Observatorio meteorológico de Igeldo.
- Último tramo de Bordako Tontorra.
Dos muros superados, quedan dos. Giramos hacia la derecha para llegar en 300 metros al barrio de Igeldo, y por la carreterita de entrada que nos lleva a su parte superior hasta la ikastola, comenzamos el descenso de Pilotegi hasta el polígono industrial de Igara.
4. DESCENSO POR PILOTEGI.
Lo de bajar es un decir, volamos. Terrible tramo en curva que hay que bajar frenando y extremando la precaución sin cometer locuras. No me vino mal la bajada tal era el dolor de mis articulaciones.
- Primera gran curva de Pilotegi según bajamos.
De nuevo retomamos la carretera del Camping y Arratzain, dejando una vez más de lado el club Errota Berri por razones logísticas, y también el cruce de Tontorra que acabamos de subir, siguiendo hacia Murgil Bidea atravesando una bonita campiña.
5. MURGIL BIDEA.
Caseríos como Egioleta, terrenos de manzanos, prados y ganado, nos dan una estampa bellísima como poco conocida tan cerca de la urbe, pero claro, es el terreno llano, el bucólico y pastoril que dice Alquézar tantas veces. A partir de aquí vuelve el infierno a abrir sus puertas. 1,8 kilómetros con una primera parte de tramos al 10%. Tras un llanito que lleva al bonito caserío Murgil donde dos simpáticos perritos salieron de nuevo a hacer como que ladraban, dos repechos al 25 y 20% nos meten el bosque entre tramos al 15 y 10.
Una curva final del 12 y de nuevo nos encontramos, no sin dolor, a la altura del camping. Las miradas del dúo advertían la retirada inmediata del reto, pues por si fuera poco, un manto gris llegaba por el oeste amenazando. David quiso seguir con un gesto de mano pues ya no podíamos hablar, y poco me faltó para quedarme en Igeldo en cualquiera de su bares.
- Últimos metros de Murgil con las gallinitas y perros a buen recaudo.
6. DESCENSO POR TONTORRA.
Sin llegar al barrio, giramos a la derecha a la altura de Etxenagusi para bajar por Bordako Tontorra, de nuevo con precauciones hasta la carretera de Igara. La bicicleta se va sin querer, y en el asfalto, astillas de madera inapreciables al subir pero que bajando eran peligrosas.
- Un descenso peligroso, Tontorra.
Dejamos esta vez a la derecha el Club Errota Berri donde curiosamente vimos aparcado un Mercedes y llegamos al Polígono. A la altura de la subestación eléctrica, seguimos las indicaciones de Pilotegi Bidea, comenzaba a llover, la ladera más violenta de Igeldo se tornó gris oscuro, pero seguimos adelante. Mejor dicho, David delante, yo detrás, muerto.
7. PILOTEGI. EL MORTIROLO DONOSTIARRA.
Dos kilómetros al 13,1 % de media, pero con el kilómetro final al 17,8%. Me vino a la memoria el famoso kilómetro del Angliru con un 17,4 % y la Cueña, al 23,6. Pilotegi es del 17,8 y la curva de las pelotas al 27%. Desconozco que me llevó a subir en lugar de pararme en el primer agroturismo que vi. Nada más iniciar la subida sobre cemento rugosos, aparecen tramos al 18%. La curva que vemos en la foto de abajo invitaba a darse la vuelta.
Más adelante, sigue la pendiente dura hasta pasar un agroturismo muy bonito y una casa a la derecha con los inquilinos animando el paso de la serpiente multicolor.
Un descansito a la altura del palacio caserío Aristegieta, con un escudo muy bonito que quedará para otra ocasión pues no vimos más que el tramo de asfalto que quedaba bajo el mentón.
Un bosque negro nos acoge. Un tramo de mil metros al 17,8. Repechos al 20, 21, 22 y 24 % se sucedían. Un paisano andando me adelantó por la derecha, provocándome tal bajón de moral que gasté la nula fuerza que me quedaba, pero me animé al ver que también adelantaba a David que me sacaba 30 segundos, traducidos en metros, seis. Terrible escena. Patética.
Una curva al 27% nos dio el mazazo definitivo, Mordor ganaba su batalla, justo cuando la lluvia se sumó a la fiesta con la bicicleta patinando en el fino y bien cuidado asfalto. La recta que asomó al frente es de no olvidar, una pesadilla, manteniendo un 25% durante 200 metros. Poco metraje, pero interminable. Media hora después y con latigazos hasta en la pierna del medio, otra curva, otra recta, dice la altimetría que al 15%.
Al fondo, me pareció ver la pancarta FIN DEL RETO patrocinado por mordor. Muy al fondo. Eran 200 metros, pero parecía el horizonte marítimo. Al cuerno con la altimetría que dice un 14% para este tramo pues parecía un 89. Lo de rodar redondo en un día como hoy, es sencillamente imposible.
David corona Pilotegi, y justo en la teórica pancarta cae al suelo.
Yo, no pude más. Me rendí. Me quedé a 55 metros de conseguir el reto. Tumbado. Exhausto.
¿Y tú?
- Últimos 50 metros, donde caí fundido.
UNA NUEVA INCORPORACIÓN. AGITI.
Aunque queda fuera de la ladera sur, incorporamos un quinto muro a petición de uno de nuestros inteligentes seguidores. Se trata de la cala Agiti, en su tiempo muy frecuentada por la cercanía del Perus y de un vivero de rodaballos, así como por los practicantes del nudismo. Nada queda ya, salvo en todo caso estos últimos.
En la última parada del bus de Igeldo, junto al camping, tomaré siempre en descenso, la carretera de Agiti Bidea. Se puede bajar en coche pues la pista no difiere de las anteriores al ser caminos que conectan caseríos. Son dos kilómetros aproximadamente al 13,5 % de media, con algún tramo, dicen, al 25. Para subir este muro habrá que bajar primero, salvo que, cosa poco probable, el aventurero llegue por mar.
- En el edificio de la izquierda, comienza puerto, comienza la agonía.
Nada más salir de las inmediaciones del vivero, tomaremos la pista de la derecha con un primer tramo de 400 metros al 20% por pista de hormigón armado, nunca mejor dicho, hasta los dientes. En el Perus pasamos a buena carretera de asfalto pero siempre con altos desniveles.
- El arranque es brutal. El resto, no lo es menos.
Termina la aventura en la rotonda de la última parada del bus de Igeldo con un último repecho al 12%.
Por poder extremar aún más el reto Mordor Classic, podría incluirse este muro de Agiti. Para ello, habrá que bajar en salida neutralizada o con algún amigo que nos baje en coche (no viene mal para que luego nos recoja en caso de hundimiento). Al llegar a la rotonda del bus, voy por la izquierda por la recta del Paseo Orkolaga hasta el merendero Etxenagusi, bajar por Tontorra y enlazar con la propuesta anterior hasta la ranita meridional y subir Arratzain-Txalin.
Pensemos que en total son 12 kilómetros de subidas, nueve de ellos por encima del 10%, e incontables tramos de más del 20.
RECOMENDACIONES.
1- La propuesta puede completarse en bicicleta, a pie, o corriendo.
2- No son carreteras para pelotones. Haz el reto en grupitos pequeños.
3- Aprender bien el camino.
4- Precaución máxima en los descensos. Son carreteras asfaltadas pero de curvas muy peligrosas, sobre todo, Pilotegi.
5- Respeta el entorno. Respeta a la naturaleza como ella te respeta a ti.
6- Si quieres evitar el descenso por Pilotegi, puedes hacer el recorrido al revés. Subir Pilotegi, bajar Tontorra, subir Murgil, bajar Arratzain, subir Tontorra, bajar Murgil y terminar en Arratzain-Txalin.
7- Valor, coraje.
- Senderistas bajan por Pilotegi.
- Curva final en Murgil.
- Ciclista antes de entrar en el descansillo de Tontorra. Al fondo, la amenaza de la ladera final.
- Repecho en Murgil, después llega la última y matadora curva.
- Agiti, el quinto muro.
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