MONTES DE IRUN SECRETOS Y OLVIDADOS.

Desde Irun hasta Bentas por Altamira, Zubeltzu y Elatzeta.

  • Completada por Juanjo Cimorra , Jesús M.ª Alquezar y otros.

Circular desde IRUN( Belaskoenea) hasta BENTAS de IRUN por los montes de Altamira (190 m), Zubeltzu(216 m) y Elatzeta (199 m)

Es una salida diseñada por Antxon San José, muy original, de exploración y descubrimiento. De montes modestos, cubiertos de densos bosques que guardan celosamente el complejo de minas de Zubeltzu, y que en algunas bocaminas se puede penetrar.

El inicio de la marcha discurre desde el barrio de Belaskoenea de Irun, para tras salvar la autopista por el puente-Camino de Santiago, nos adentramos a la izquierda por caminos de monte y senderos pasando por el conjunto de baserris ELORDI, en escenario rural, zona de alto valor naturalista con bosques que poseen una importante biodiversidad de especies destacando, eso sí, las frondosas, autóctonos y abundantes castaños  para sucesivamente llegar hasta las cimas de Altamira, Zubeltzu y Elatzeta.

¿Las conoces? Si la respuesta es negativa te invitamos a esta  aventura local.

ALTAMIRA

Monte excesivamente humanizado por cazadores, con albergue en su cima en cuyo recorrido observaremos numerosos puestos. Antes recuperaremos huellas de historia. Visitamos un búnker muy camuflado a la derecha del camino. Son casamatas de la línea P -Pirineos- (desde Gipuzkoa hasta Girona) de la post guerra civil española, que con buen criterio se conservan, tal como ocurre con el ”muro del Atlántico” de la II Guerra Mundial, o “la Maginot” tras la gran guerra.

Esta “línea P” la construyó el régimen de Franco para defenderse de una posible invasión aliada.

Tras pisar Altamira, que ofrece una panorámica relevante sobre Aiako harria, el siguiente objetivo es Zubeltzu.

ZUBELTZU.

Tras un ligero descenso y un falso llano, en la segunda bifurcación a la derecha, un estrecho sendero que sortea numerosos puestos de caza ascendiendo suavemente, bajo una bóveda forestal, con todo tipo de especies, algunas autóctonas y numerosos castaños, nos coloca en la cima (índice geodésico y nominación de monte y altura).

Pero lo más destacado es que en el prado cimero, observamos la torre de Zubeltzu. Son conocidas como las colmenas de Arana (foto de portada), en referencia al teniente coronel Juan Arana, y comandante militar en Irun en el periodo 1874/75. Fueron construidas, junto a la que veremos en Elatzeta, por el gobierno liberal durante la última guerra Carlista, en torno al año  1875.

Ahora por sendas indefinidas aunque claras debemos continuar en empinado descenso hacia el valle, por donde discurren las aguas de la errreka Urdinegi, y collado entre Zubeltzu y el próximo Elatzeta. Pasamos por las cercanías del molino Urune ( siglo XIX), a 90 metros sobre el nivel del mar. Las aguas del arroyo Urdinegi movían las aspas del molino.

ELATZETA.

Solo tiene una senda para alcanzar su frondosa cima. Variamos el rumbo ahora al este hacia Irun, para observar una boca mina, del complejo Zubeltzu. En 1909 se constituyó la “Compañia de las minas y fundiciones Zubeltzu” . Hay 6 galerías, con hasta vestigios de la época romana, bautizadas con los nombres de “mina Cristina (Altamira), mina San Eduardo, y filones Zubeltzu 1-3-4”

De estas minas hasta mediados del siglo XX se obtenía galena argentífera, con plomo, fluorita, blenda (Esfalerita), ésta muy cotizada.

Caminando unos cientos de metros nos topamos con un embalse y presa, a modo de piscina, donde  se lavaban los minerales, para quitarles el lodo y depurarlos. Es una referencia inconfundible, construida con mampostería, a finales del siglo XIX.

En el muro de la presa tenemos un industrial y pequeño puente de obra  que sirve para salvar la regata Urdinegi . Allí comienza la senda hacia la cima de Elatzeta. Si los primeros compases son relativamente suaves, cuando se alcanza una pista cementada y giramos a la izquierda, en breves minutos encontramos la entrada de la senda a la cumbre.

Y a partir de aquí no hay descanso, es una ascensión corta pero muy exigente, deportiva cien por cien, una “mata veteranos” que con numerosos lazos, sube y sube. En cada paso superamos el metro de desnivel, y aquí silencio, movimiento continuo de piernas, respiración profunda y a sufrir disfrutando pues la subida es “un muro” -muro- ”.

Siempre entre el bosque, se alcanza la cima con dos importantes restos históricos.

En la cumbre encontramos la segunda torre de las colmenas de Arana, semejante a la de Zubeltzu pero remozada. A este torreón también se le conoce como el castillo de Elazar por su semejanza a un castillo.

Hay aquí otro bunker pero esta vez de los grandes importantes en la defensa. Tiene una amplia entrada y una galería  con sus contrafuertes y troneras donde podían apostarse los militares vigilantes. Fuera de él, en la amplia pradera cimera, tenemos una terraza- mirador de cemento, orientada hacia el norte sobre el corredor de bidasoaldea, donde suponemos que los vigilantes militares colocarían sus baterías de defensa.

Y tras la visita, iniciamos el descenso por detrás de la torre hacia occidente por estrecho sendero cuidado por los cazadores, que desciende rápidamente a la carretera local de Irun por Olaberria.

El bunker de MOKOZORROTZ.

Este bunker es uno de los mas importantes de Gipuzkoa por el tamaño. Desde el monte Elatzeta  una vez en la carretera de Olaberria, giraremos a la izquierda hasta encontrar en el alto, a unos 300 metros, una ancha pista ahora a la derecha bien mantenida, que seguimos, y que rápidamente traslada a los senderistas hacia Bentas de Irun-Bentak- .

Una vez en el inconfundible,” Mokozorrotz baserria” y en la curva, a la izquierda nace otra pista y encontramos en la cima de la colina el gran Bunker de Mokozorrotz, y 100 metros después  un antiguo cuartelillo y la garita del centinela. La infraestructura militar está ahora bien restaurada, pero cerrada a cal y canto. Son los restos  que utilizaban los militares para la observación de estos entornos y que merecen la visita para trasladarnos a aquéllos lejanos años y cuyas huellas se mantienen en pie, como memoria histórica.

Tras recordar la historia volvemos a Mokozorrotz, para en rápido descenso por el ancho camino pista, por la ikastola “Elatzeta” que toma le nombre del monte, finalizar esta soberbia excursión en el único bar que queda en Bentas.

El regreso a la capital se puede realizar en Renfe o euskotren-topo- cuyas estaciones-andenes están juntas.

Distancia :11,4 kilómetros

Desnivel: 563 metros

Estas mismas rutas y otras muchas, llenas de anécdotas, te las describo en mi libro LO QUE TU TIERRA TE CUENTA. Un viaje por Gipuzkoa.

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