SUIZA EN TREN.

Un recorrido antológico a través de Suiza, el país de los paisajes.

  • Por Jesús María Alquézar.
  • Incorporamos podcast en la App de Radio Viajera: Suiza en tren.

Para conmemorar el 15 aniversario de los viajes de Naturaleza del club Vasco de Camping se propuso una excursión extraordinaria a SUIZA con el transporte por todo el país helvético en tren, una modalidad muy arraigada gracias a la existente importante red del ferrocarril estatal (Grand train tour of switzerland), algunos impresionantes de montaña como el que viajamos desde St. Moritz a Zermatt, “Glaciar express”, inolvidable periplo rodeados de montañas alpinas.

Aunque las montañas, y en consecuencia la naturaleza, son el principal fundamento de Suiza, no hay que olvidar que en un viaje panorámico hay que conocer sus ciudades que tienen mucho encanto, sus aldeas medievales, bucólicas y pastoriles, sus lagos y todo unido con una increíble red de ferrocarril con el que puedes llegar a todas partes.

DESDE DONOSTIA-BILBAO a ZURICH

En la ciudad de Zurich comenzó el circuito del viaje colectivo de Naturaleza del club Vasco de Camping con un guía de lujo, excepcional, como Imanol Goikoetxea.

El viaje en avión fue espectacular, especialmente en la travesía de los Alpes desde el aire, con una inolvidable vista entre preciosas nubes de los grandes 4000 de la cordillera reconociendo muchas cimas, destacando l´Aguille du Mîdi  con sus vecinos y altivos picos de Chamonix que culminan en el majestuoso Mont Blanc, y cerca el Matterhorn-Cervino, en el Cantón Suizo del Valais, la pirámide perfecta que destacaba entre innumerables montañas.

Zurich es la capital financiera y cultural de Suiza. Como siempre, lo que nos interesa son los centros históricos, sus cascos antiguos. No decepciona y durante cuatro horas intensas con guía descubrimos esta importante zona de la ciudad. Posee callejones empedrados empinados y una arquitectura señorial e histórica que evocan un viaje en el tiempo, trasportando al visitante a épocas pasadas.

Desde el lago de Zurich, con vistas panorámicas descubrimos ya el marco alpino. Nos queda un gran recuerdo de la célebre Bahnhofstrasse, la milla comercial, de impresionante esplendor arquitectónico donde se reúnen las mejores marcas comerciales internacionales, un destino para realizar compras de calidad. Como todo el transporte de este viaje es en la impresionante red suiza de los trenes, de ahí la novedad y el éxito de participación, 60 personas, en dos salidas diferentes en distintas fechas.

Visitamos antes de la cena la monumental estación, la más grande de este país y punto de enlace a países fronterizos, que será  nuestro punto de encuentro en los próximos días para nuestros desplazamientos excursionistas. Una estación muy concurrida, que con varios pisos, es otro mundo de la comunicación.

Pero antes veremos la Groosmünster una de las pocas iglesias de Zurich, la calle Niederdorf, la más pintoresca, la Ópera al borde del lago, y el imprescindible el parque Lindenhof, en una colina en la parte más antigua de la ciudad que es un exquisito mirador panorámico de la urbe. Los aficionados al futbol tienen aquí la sede FIFA y su museo, que con más días merece la visita.

ZURICH-CATARATAS del RIN-SCHAFFHAUSEN-STEIM am RHEIN-ZURICH

Desde Zurich, una de las imprescindibles excursiones son las cataratas del Rin, una maravilla natural, considerado el mayor salto de agua de la Europa central. Con 150 metros de anchura y 23 de altura el espectáculo está asegurado, con diferentes paseos a los miradores a pie y en barco.

Por la cercanía se visita a la ciudad de Schaffhausen que es de obligatorio cumplimiento, una de las mas pintorescas de Suiza, para explorar el casco antiguo paseando por sus adoquinados calles, disfrutando de unas hermosas fachadas adornadas con voladizos y totalmente pintadas representando imágenes históricas y populares.

Muy cerca la fortaleza Munot (1564-1589) controla la localidad. Estamos a orillas del Rin , que invita a completar un inolvidable y popular crucero con viñas plantadas en sus riberas, hasta la gran sorpresa del día, la pequeña, atractiva y bien conservada ciudad medieval Stein am Rhein, con sus frescos y casas pintadas. La ciudad está dominada por el castillo Hohenklingen en una colina. De nuevo por el camino de hierro regresaremos a Zurich.

ZURICH-LUCERNA-LAGO CUATRO CANTONES-Monte RIGI-ZURICH

Otro recorrido para el recuerdo es la travesía en tren panorámico hasta Lucerna. Se encuentra en la parte central del país, a corta distancia del Oberland y rodeada de altas montañas, las conocidas como Alpes Uraneses. Visitar Lucerna constituye una atractiva excursión. Como siempre el viaje en tren es soberbio.

Visitamos el casco histórico conociendo sus principales monumentos, callejones adoquinados y la famosa Kapellbrucke, el puente cubierto de madera más antiguo de Europa construido en 1365, que atraviesa el río Reuss, y que conecta las ciudad antigua con la nueva.

También en la orilla del lago hay edificios de lujo con un agradable paseo por los muelles paralelos al Haldenstrasse. Tiene otro puente similar, un corredor de madera Seebrüke festoneado de geranios  y cerca de la iglesia de los Jesuitas de 1666.

Lucerna tienes varias caras con las que intimamos en largo paseo desde el monumento del León (1819-1821). Sobre el lago de los Cuatro Cantones se levantan majestuosos los Alpes nevados y entre ellos un  monte, el Rigi (Rigi-Kulm 1797 m), “La reina de las montañas”, una atalaya panorámica a cuya cima se llega en tren cremallera de montaña desde Vitznau, hasta donde llegamos navegando en un barco lacustre.

En la cima se descubren unas vistas  incomparables de montañas, y lagos a nuestros pies en este viaje escénico donde se pueden completar algunos paseos de senderismo fáciles.

Tras el almuerzo en un restaurante  de una estación intermedia regresamos a Lucerna y en tren a Zurich, pero antes no debe de dejarse ver la estación Bahnhof  (foto anterior) con el conservado pórtico donde se manifiesta el estilo arquitectónico de Calatrava. En estos valles surgió el germen de la nación suiza, donde se formó la Confederación Helvética y que comprende 23 cantones.

ZURICH-CHUR-GLACIAR EXPRESS-ZERMATT

Nos despedimos de Zurich con un inolvidable viaje en tren estrella del programa. La travesía alpina que desde Saint Moritz-Davos llega a Zermatt, dos importantes localidades alpinas unidas en un tren único en el mundo,”el Glacier Express”. Suiza tiene diferentes trenes de montaña con los que ya hemos viajado, pero que recorran  entre montañas apuntamos también el Golden Pass-Belle époque, el Bernina express y el Gottard panorama express.

“El Glacier express” supone una experiencia que no debe faltar entre los amigos de los trenes. Un tren con vagones panorámicos, donde se almuerza servidos, desde donde se disfruta de una maravillosa experiencia conectando con la naturaleza. Se considera el único tren panorámico que atraviesa completo los Alpes Suizos, que recorre 291 kms. entre fascinantes valles, montañas, cañones y pueblos alpinos durante ocho horas.

Es el tren turístico por excelencia de Suiza, el paisaje convertido en show, la historia de casi un siglo recorriendo montañas, en una experiencia al alcance de todos. No le falta nada para la seducción . Creado en 1930 se le conoce con orgullo como el expreso mas lento del mundo, no importa la velocidad, lo importante es disfrutar de los paisajes desde sus amplias ventanas. Desde la soleada St. Moritz o Davos hasta la fotogénica Zermatt, son  horas de disfrute y fantasía, de contemplación inolvidables circulando entre laderas clorofílicas, ríos salvajes y aldeas bucólicas y pastoriles, escenarios que abundan en todas las excursiones. Franquea 291 puentes y atraviesa 91 túneles.

En nuestro caso por la situación de Zurich en la red de los caminos de hierro hicimos la correspondencia en Chur (Cantón de los Grisones), y seguimos el trayecto bajo paredes escarpadas, gargantas profundas y atravesaremos el punto más alto en el col de l´Oberalp a 2033 metros sobre Andermatt donde  estaremos en contacto cercano con los altos picos. Un viaje grandioso y apasionante que al atardecer llegó a Zermatt, la localidad alpina más famosa de la cordillera totalmente peatonal . El piramidal Cervino nos recibe entre nubes, con un imagen mágica.

ZERMATT

Zermatt es una localidad importante en nuestro viaje suizo. Está situado en el Canton del Valais a 1600 metros en el sur del país. Es un pintoresco pueblo importante del alpinismo y esquí rodeado de altísimas montañas. La gran travesía de esquí de montaña o alpinismo Chamonix-Zermatt tanto en invierno como en verano es una clásica deseada por todos los aficionados que se ejercitan en los Alpes.

El Cervino-Matterhorn, una de las montañas más famosa del mundo, lidera la localidad por su imagen piramidal. Es una localidad pequeña, excesivamente animada tanto en invierno como en verano y totalmente peatonal que ofrece posibilidades para todo tipo de visitantes, con excursiones  casi ilimitadas. Con tiempo despejado, podemos disfrutar de las vistas alpinas más prodigiosas y sorprendentes que uno se puede imaginar, utilizando el tren de montaña Gornergart o diversos teleféricos.

Suiza, por su extensa red de los caminos de hierro, es el país más avanzado para este tipo de transporte. Con el tren se puede llegar a todos los maravillosos escenarios de este País Alpino, desde los valles hasta atalayas de  las altas cimas que superan los 4000 metros.

Una de las localidades claves de nuestro viaje es Zermatt, situada en el ecuador del viaje y dónde pernoctaremos durante dos noches. Habíamos llegado a bordo del considerado tren más bello del mundo, el  tren alpino “glacier express”.

ZERMATT- Gornergrat –  CERVINO-MATTERHORN

Ya a nuestra llegada paseamos por Zermatt a la sombra del Cervino-Matterhorn (4.478 m), pero lo haremos en profundidad al día siguiente. La pirámide del Cervino es el emblema del pueblo, y en torno a este pico se descubre la historia del alpinismo. Todo el negocio  se desarrolla alrededor del Matterhorn y de él vive el pueblo con todo lo que produce.

Zermatt  tiene características especiales. Primero hay que llegar en tren y en su interior uno se mueve a pie, en mini buses y taxis eléctricos. Desde Zermatt se pueden completar numerosas excursiones de senderismo, además de intentar escalar las altas montañas, pero el turista para disfrutar de la cordillera desde las alturas tiene diferentes medios mecánicos.

En invierno es una gran estación de esquí incomparable. La excursión más recomendada es la del tren cremallera de Gornergrat, cima que se publicita como la más alta de Europa pues es una ascensión cómoda de media hora disfrutando de un paisaje enormemente atractivo hasta la estación observatorio a 3.135 m.

La panorámica es de 5 estrellas pues ante la sorprendente mirada del viajero se despliega un horizonte inacabable de una treintena de montañas que superan los 4000 metros que rodean este increíble mirador. Reconoceremos algunos como el Monte Rosa, el Weisshorn,el Cervino (dicen que desde aquí ofrece la mejor silueta), Liskamm, Breithorn y Allalinhorn, con sus glaciares, todos ellos deseados por los deportistas de las montañas.

Sin nieve en las alturas, que no fue nuestro caso, desde las diferentes paradas del recorrido se pueden completar preciosas excursiones en bajada y disfrutar de sus lagos, espejos del Matterhorn. Se recomienda tomar el tren temprano por la mañana para disfrutar y fotografiar la cordillera con luces excepcionales.

ZERMATT

Tras un largo tiempo sin recuperarnos del espectáculo, descenderemos a Zermatt para intimar con el pueblo, que bien merece el viaje. Tiene una parte histórica pero el animado ambiente está en el centro, en su calle principal Bahnhofstrasse, donde abundan restaurantes y hoteles en ocasiones insuficientes para  albergar a los numerosos ciudadanos de todo el mundo que llegan diariamente atraídos por el irresistible Matterhorn.

Pero primero hay que caminar por el viejo y primitivo Zermatt para disfrutar por sus estrechas calles de los hórreos que abundan aquí como en Saas Fee. Algunos hoteles son de construcción señorial como el Grand Hotel pero no debemos dejar de acercarnos hasta el pequeño Hotel Monte Rosa, el primero que se construyó en el pueblo y donde pernoctaron los primeros ascensionistas del Cervino y en su cercanía encontraremos el  grabado de la  figura de Whymper, el primero en escalar y pisar la cima, expedición marcada por ”la tragedia del Matterhorn “.

Continuando el paseo llegaremos a la iglesia católica de Zermatt para contemplar su interior. Después hay que repasar el adosado y viejo cementerio para recordar con los nombres de las lápidas consagradas a alpinistas que han hecho historia en las montañas de este imponente macizo del Alto Valais. Todos los que seguimos las historias alpinas nos detendremos donde reposan, por ejemplo, Eleonore Noll-Hasenelever, la mejor alpinista de principios del siglo XX, los supervivientes de la tragedia del Matterhorn, y cerca  la de una de las víctimas, la del gran guía Chamoniard Michel Croz. Todas las tumbas atraen soberanamente pues tienen referencias montañeras.

Y no puede faltar, es imprescindible para entender la historia de este singular enclave la visita del “Alpine Museum», la historia del Cervino-Matterhorn Museum”, emplazado junto a la iglesia. Sus múltiples salas ofrecen aspectos de la vida desde antaño hasta nuestros días, especialmente la social, turística y religiosa de Zermatt en el siglo XIX con exposiciones fascinantes que narran las hazañas y desafíos de los pioneros que llegaron hasta las altas cumbres. Es el gran museo del Cervino y del pueblo, antaño olvidado, abandonado y pobre. La relación del hombre y la montaña está muy presente.

No puedo dejar de citar la muestra de las prendas de las víctimas de la “tragedia” , la más contada, con el valor testimonial del trozo de cuerda que se rompió y originó el fatal accidente. Las películas multimedia que se proyectan non stop cierran una visita inolvidable.

¿Y cómo terminar este agitado día?  Pues degustando el plato mas típico, la fondue de queso, si es posible con el salado Gruyère y el suave Vacherin, que se come con pan o patatas y regada con una buena cerveza.

ZERMATT-VISP-BERNA

¡Viajeros al tren! Ahora al norte. Porque con el ferrocarril iniciaremos un nuevo día vacacional, atravesando el famoso túnel de Lötschberg, obra maestra de la ingeniería ferroviaria.

De nuevo un paisaje de ensueño, grandes praderas a pie de las montañas sembradas de granjas de oscura madera con sus balcones poblados de flores, que no dejan a nadie indiferente, con lagos y castillos en los altos de las colinas, para llegar vía Visp a la capital de Suiza, Berna, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Como otras, es una ciudad de tranvías, que utilizaremos y enriquecen su centro histórico que visitaremos con guía en una larga tarde bien aprovechada, tras almorzar en un clásico Keller en una imponente bodega.

Nos dejaremos sorprender con sus edificios medievales, la Marktgasse, su arteria principal llena de vida, y la Kramgasse con sus múltiples banderas helvéticas y el Zytglogge, el famoso reloj astronómico que marca el ritmo del tiempo desde el siglo XIII. No dejaremos de ver el Rosergarten con vistas panorámicas de la capital y de los cercanos Alpes, y pasaremos delante del Parlamento y el Bundehaus, con el ayuntamiento, que son los edificios más bonitos desde donde sabremos más de la vida político social de los suizos.

Nos quedan para otro viaje los museos, otros barrios y atractivos paseos siguiendo las riberas del río Aar, que serpentea por medio de Berna y es cruzado por numerosos puentes para unir diferentes zonas de la ciudad. Antes de la cena visitaremos la catedral conocida como Munster.

BERNA-THUN- Región de los lagos INTERLAKEN-GRINDELWALD-SCHILTHORN- LAUTERBRUNNEN

Es otra jornada señalada con letras de oro que será larga. Berna es una puerta a los  cercanos Alpes que ya se dejan ver desde la capital distinguiendo a la trilogía formadas por el Eiger, Mönch y Jungfrau.

Aunque Interlaken es el eje de este entorno, como el día es largo, pararemos en la estación de Thun. Un pueblo que está considerado como uno de los  más bonitos de Suiza. Bajo el castillo de Oberhofen que visitaremos y que ofrece desde la colina un panorama elegante de una localidad de cuento, rodeada de montes, lagos y prados verdes.

Tras callejear hasta la plaza del ayuntamiento y ver pasar al mundo por el puente de madera con la esclusa de Obere que regula el nivel del lago, tomaremos otro tren para acercarnos a Interlaken y a los valles de Grindelwald y Lauterbrunnen a través de los pueblos ribereños de los lagos.

Y en la estación de Lauterbrunnen, correspondencia en Interlaken Ost, hay que decidir hacia qué destino acudir, de difícil elección.

Grindelwald, Kleine Sheidegg, para continuar por el tren que atraviesa la montaña hasta Junfraujoch y contemplar un paisaje difícil de explicar, o bien seguir por el estrecho valle de Lauterbrunnen,  con la clásica estructura de erosión glaciar, el de las cascadas con mas de 72 metros, que dicen hay a ambos lados, destacando la de Staubbach, con una caída de 300 metros, que el viento reparte sus aguas por todo el enclave.

Hubieran sido necesarios dos días de estancia aquí para saborear las dos grandes posibilidades que se ofrecen al amante de la naturaleza y de los grandes espacios.

DE GRINDELWALD a JUNGFRAUJOCH

En tren llegaremos a Grindelwald a pie de un gran anfiteatro de grandísimas montañas. Son los Alpes Berneses que envuelven un rosario de hoteles y chalets que ha hecho crecer sin medida la localidad. Con tiempo se pueden completar bellísimas excursiones de senderismo contemplando las impresionantes paredes, especialmente la norte del Eiger, con sus acólitos Möch y Jungfrau.

Desde Grindelwald con otro tren alcanzaremos Kleine Scheidegg (2061 m) para contemplar la ya cercana trilogía: Jungfrau( la doncella) 4.158 m, Mönch (el monje) 4.107 m y  Eiger ( el ogro) 3. 971 m.

Y ya no nos quedará mas que el último suspiro, el tren  cremallera que llega hasta el collado de la Junfraujoch (3.454 m), la guinda del viaje, la cima donde hay un gran complejo científico y hostelero. Un recorrido increíble pues el tren penetra en las entrañas del Eiger, se detiene ante dos  ventanas abiertas para contemplar y fotografiar el panorama, unas espectaculares vistas de la cara norte del Eiger y del mundo glaciar hasta emerger en la estación donde veremos el glaciar de Aletsch que es un  gran río blanco, de hielo nieve y rocas.

LAUTERBRUNNEN, MÜRREN y SCHILTHORN-PIZ GLORIA

Para muchos esta excursión gusta más que la de Junfrajoch. Tras disfrutar con las cascadas de Lauterbrunnen a pie o en un  bus, unos teleféricos nos ascienden entre cataratas salvajes y estrechos barrancos de rocas escarpadas. Primero hasta Mürren, localidad cuna del esquí, que ya ofrece una fantástica vista de la región del Jungfrau.

Mürren (1.650 m) conserva el encanto de un idílico pueblo de montaña, que merece un corto paseo antes de tomar otro funicular aéreo , Schilthornbahn, que nos deja en la cima del Pic Gloria ( 2.970 m) con una vista impresionante de 360º que abarca el triunvirato de Eiger, Monch y Jungfrau, y un sin fin de otros altivos picos nevados.

Muchos discuten que es la mejor vista de estas montañas. A finales de los años sesenta se rodaron aquí escenas del film “ Al servicio secreto de su Majestad,” de la serie James Bond.  Este centro turístico por excelencia es también punto de partida para excursionistas a pie con 200 kms de senderos balizados.

Regresaremos a Berna en tren, al anochecer, con una borrachera de paisajes y muchas fotografías sea cual sea la excursión escogida.

BERNA-Región de la GRUYÈRE-FRIBURGO

En la última jornada de este fabuloso viaje en otro tren panorámico nos trasladaremos a la región de La Gruyère, en los Prealpes de Friburgo. Todo el escenario es armonioso y pastoril con un lago  artificial del mismo nombre, que origina paisajes de postal, una vez más. Suiza es así, una postal.

Aquí en medio de esta región se levanta el pueblo de Gruyère, encajado entre las montañas Moleson y dent du Chamois , que es  una pequeña ciudad medieval cerrada al tráfico, donde todo es calma y tranquilidad. Su castillo rodeado de murallas vigila la localidad. El nombre viene del famoso queso de Gruyère  que aquí se produce.

En las cercanías se encuentra la moderna quesería cuya visita se recomienda y, si es posible, degustar una fondue o raclette y de postre la deliciosa doble crema de la Gruyère es una buena elección.

Después el chocolate suizo es otro reclamo, y no hay que perderse una visita a la cercana Maison Cailler, la gran fabrica del chocolate (Nestlé) en el cercano Broc al que también se llega en tren.

En otra jornada sin fin,  la última ciudad, al oriente de importancia en el viaje, es Friburgo, de las más grandes de la Edad Media con once fuentes históricas de diferentes siglos que adornan la ciudad. Con más de 200 fachadas góticas antiguas del siglo XV, hacen que el casco antiguo sea incomparable. Está bañada por el curso del río Saane (Sarine).

Es domingo y es atardecer. La ciudad está desierta. Se dice que los domingos por la tarde los suizos descansan en vísperas de volver al trabajo, lo que nos permite pasear sin agobios y de forma diferente. Destaca en el paseo con guía y muchas explicaciones la majestuosidad de la catedral de una torre de 74 metros, las dos partes de la ciudad, la baja y alta unidas por un pequeño funicular.

BERNA- ZURICH-BILBAO

Tras otro paseo por Berna para completar el conocimiento de la capital y hacer las tradicionales últimas compras, un tren rápido, de disfrute y contemplación de los espacios naturales como despedida, nos trasladará hasta el mismo aeropuerto de Zurich para volar en menos de dos horas hasta Bilbao con bus a Donostia.

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