LA CONCHA, EL PASEO MAS BELLO DEL MUNDO.

Con la energía del cantábrico, bellos edificios, jardines, esculturas… El gran icono de la ciudad.

• Foto portada: José Luis Diz.

Pocos recorridos en el mundo tan fascinantes como el que Donosti City propone a continuación. Acompañados en todo momento del mar, resulta  incontable la cantidad de detalles, de iconos de Donosti que podemos ver con detenimiento, por lo que el paseo merece la pena tomarlo con calma y con la batería de nuestra cámara bien cargada.

Ha sido imposible elegir una docena de fotos que ilustren el paseo, así que casi mejor colgar todas las que hemos rescatado de nuestra cada vez más poblada colección fotográfica de la ciudad. Esperemos que el resultado sea el esperado, es decir, que nuestros seguidores disfruten unos minutos con nosotros y que, a su vez, el turista encuentre motivos para la satisfacción.

Nos iremos desde la Construcción Vacía en el Paseo Nuevo hasta el Peine del Viento, pasando por el puerto, Alderdi Eder, La Concha y Ondarreta, en un recorrido sin desperdicio a nada que sepamos elegir un bonito día para nuestras fotos. Si además, la mar está juguetona el espectáculo será inolvidable.

Aunque puede ampliarse la distancia de nuestro paseo si venimos desde Sagüés por toda la Zurriola y Paseo Nuevo, daremos la salida en la punta del citado Paseo tantas veces fotografiado en temporales. La escultura Construcción Vacía de Jorge Oteiza es una obra que crea un vacío ya que sus planchas de acero delimitan un espacio aéreo que tiene formas distintas cada vez que cambiamos de posición. Jorge Oteiza, otro de los artistas universales vascos, natural de Orio, y durante muchos años enfrentado a Chillida, hasta que sellaron la paz con un abrazo reflejado en la escultura Besarkada de Chillida Leku. 

Con la inigualable vista de la Isla Santa Clara e Igeldo a nuestra derecha, y los contrafuertes de Urgull a la izquierda, nos dirigimos hacia las escaleras del Aquarium, no sin sacar una foto al ancla que remata el Paseo Nuevo y que nos mete de lleno en las escaleras. Según bajamos, la imagen del pequeño y coqueto puerto será otro motivo de parada para una buena foto, previa vista a los cañones de la entrada del Aquarium y la escultura en recuerdo al gran impulsor del mismo, el entrañable Vicente Zaragüeta.

Tanto en verano con los paseantes llenando las terrazas y los jóvenes lanzándose al agua en busca de unos euros, como en invierno saboreando el salitre del mar, el puerto es especial. Nada más bajar las escaleras encontramos el Museo Naval , Untzi, en el edificio donde se dirigían las actividades del puerto, y el busto de Mari, recordando al valiente pescador que muriera en la bahía en 1866 en plena tormenta mientras rescataba marineros.

Mientras en verano el paseo nos obliga a fijarnos en los restaurantes que desprenden aromas de sardinas y paellas que devoran los turistas, y en los barcos y veleros que entran y salen por la estrecha bocana, o las motoras que nos llevan a la Isla, entramos a la derecha al mítico “Portaviones“, edificio almacén que dejó de funcionar como lonja en 2012 y que ahora recoge un afamado restaurante de nombre «Cofradía». También en verano, los puestos de Karrakelas y kiskillas son habituales. ¿Quién no las ha tomado alguna vez de pequeño ?

Ya fuera del puerto enlazamos con el Paseo de La Concha a través del Naútico. Cómo no, foto de rigor en la romántica pasarela, uno de los iconos de la ciudad en sus cuatro estaciones del año. El Real Club Naútico es un edificio para la jet construido en 1929 semejando un barco blanco atracado.

Entramos de lleno con la compañía inseparable del gran icono de la ciudad, la barandilla de La Concha, en los jardines de Alderdi Eder con su carrusel Belle Époque plagado de cuadros de Monet, Renoir, Van Gogh…y el edificio majestuoso del Ayuntamiento. Obligadas paradas fotográficas en cientos de rincones de los jardines, txutxes incluidas, tamarindos o tamarices, con la compañía del mar y, con suerte, la música de trompetistas callejeros cercanos a la estatua de Don Quijote y Sancho Panza, mientras seguimos el paseo bordeando la espectacular playa de La Concha, Real desde 1887.

A la izquierda y junto a las tantas veces reproducidas farolas, el Hotel de Londres que edificó la familia Real en 1893 y que acogió en sus habitaciones a presidentes, espías, estrellas del cine… Seguimos maravillados por este paseo, bien por arriba, bien por el voladizo o bien por la arena, que nos enseña los edificios del Atlético, La Perla, la caseta Real, las señoriales casas de la colinita de Miraconcha, hasta llegar al mirador de la escultura del homenaje a Fleming en la Plaza del Bicentenario y sus bancos que invitan descansar ante la inmensidad de la bahía.  A la vista, la playa, La Concha, la isla, el Pico del Loro, el túnel que une las playas, el Palacio Miramar y sus jardines panorámicos… no se puede pedir más.

• «Homenaje a Fleming», la escultura de Chillida observa al fondo la «Construcción Vacía» de Oteiza. Foto: Mikel Gardey.

La vista se nos va por todas partes. En el propio Pico, en realidad se llama Loretopea, otra escultura de Chillida, «Estela a Rafa Balerdi».

Entramos por el túnel de Ondarreta o por los jardines del Palacio hacia la playa de Ondarreta y el barrio del Antiguo, ya con la cercana imagen del Tenis y por supuesto del Peine, a las faldas del Monte Igeldo por donde sube y baja el Funicular. 

Más jardines, violentados en ocasiones por la furia del mar, donde destaca la estatua de la Reina María Cristina que nos lleva al otro lado de la bahía. La escultura de Chillida con su mirador, los chorros de agua que invitan a mojarse o a ver levantamiento de faldas, rematan el paseo más inolvidable que jamás haremos.

Si la tarde se ha echado encima, regresar con las luces de la ciudad encendiéndose todavía dará más realce a la excursión.

Un paseo inolvidable, un paseo romántico, un paseo infinito. Son miles las fotografías que el mundo entero ha tomado de este recorrido. Os dejamos con algunas de Carlos Bengoa, Carlos García Menezo, Sonia Urreizti, Isaac Farré, Jose Luis Diz y Mikel Gardey, más una serie de vídeos que esperamos os ilustren y sobre todo, llenen vuestro corazones.

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