RUTA DE LAS FERRERÍAS DE LEGAZPI DESDE BRINKOLA.

Brinkola es mucho más que la última parada del tren de cercanías.

  • Caserío molino Igaralde.

Es muy probable que relacionemos Brinkola como la última estación del tren de cercanías, el barrio de Legazpi donde termina la provincia, donde parece que nada más existe. Y, sin embargo, es uno de los rincones favoritos para Donosti City, un lugar muy recomendable para disfrutar de este entorno rural, pastoril y de gran importancia cultural.

La propuesta que os damos es una ruta totalmente llana salvo que queramos añadir el embalse de Barrendiola, a los pies del Aizkorri, que supone un kilómetro de suave ascenso. Como todo será posible hacerlo en una mañana, vamos a seguir junto al río Urola, recién nacido, la siguiente ruta de las ferrerías, terminando en el parque de Mirandaola donde suele haber visitas teatralizadas a esta importantísima ferrería.

Lo mejor es ir en el tren de cercanías a cuenta de invertir una hora y veinte minutos desde San Sebastián. Ida y vuelta con la tarjeta Mugi no será más de tres euros y ayudamos así a contaminar menos nuestro entorno. En la misma estación de Brinkola, allá donde parece acabar el mundo, iniciaremos la excursión viendo una estampa de ensueño que os reflejo en la siguiente foto.

Nada más cruzar el puentecito veré el caserío y molino de Igaralde, que hasta hace poco era un entrañable museo del pan. Una pena que ya no esté abierto y poder comprar pan al bueno de Tibur. A buen seguro, junto al molino, nos saludará un grupo de ocas que no dudaré en  fotografiar, además del propio molino.

  • Gabinete de recepción. Foto: Sonia Urreizti.

Por la izquierda, según bajo del puentecito de la estación, seguiré la carreterita que me lleva en diez minutos a la ferrería de Arabaolaza.

Durante siglos, Legazpi ha sido un importantísimo centro de producción de hierro. Desde las minas cercanas se traía el mineral de hierro que se transformaba en las muchas ferrerías que poblaban las orillas del río Urola. Las presas, los canales, las ruinas de antiguas ferrerías, palacios y molinos nos trasladarán a un pasado en el que el Valle del Hierro lucía en todo su esplendor.

Veré enseguida una pequeña placita junto a la ferrería de Arabaolaza que data de 1430, y que estuvo en funcionamiento hasta mediados del XVII transformándose en molino. Junto a la ferrería se levantó Etxeaundi de Arabaolaza con visibles ventanas góticas y el caserío Errementari, que también trabajó el hierro.

  • Arabaolaza

También la central Guriditegi, conocida como “la turbina”, construida en 1912 para aprovechar un salto útil de 200 metros. En 1970 se desmanteló trasladándose la maquinaria al santuario de Arantzazu.

En este barrio daremos la vuelta salvo que, siguiendo junto a las vías del tren, queramos continuar hasta el caserío Gibola, escenario de la trilogía de Ane Odriozola, escritora de Legazpi. Lo veremos entre los árboles.

De nuevo en Arabaolaza, retrocedo hacia la estación, con dos opciones: seguir recto o desviarme a la izquierda por la carretera que sube a Barrendiola. Obviamente, como buen explorador que soy, opto por añadir dos kilómetros a la excursión y ver el magnífico escenario que supone este rincón tan poco frecuentado. Si el día está limpio y sin viento, es probable vea reflejada la sierra de Aizkorri. Y si es otoño, añadan el festival de colores que veré en el bosque.

Rodear el embalse también es posible, pues es otra cómoda ruta que no me llevará más de 45 minutos.

Pero bajemos por la carretera nuevamente hasta Brinkola y, ahora sí, sigamos recto hacia el siguiente barrio, Telleriarte, junto al río Urola y bonitos prados con ganado. Enseguida veremos la ermita de San Juan junto a la presa de Ubitarte y la ferrería de Elorregi, de donde partía uno de los canales más largos de Legazpi con 477 metros.

  • Ermita de San Juan junto a la ferrería de Elorregi.

  • Ferrería de Elorregi.

Ya en el barrio de Telleriarte llegaremos enseguida al caserío Pastain (hasta hace poco agroturismo muy recomendable). Evitamos la carretera siguiendo el sendero que me lleva hasta Mirandaola, la ferrería más importante.

Mirandaola es uno de los patrimonios culturales más importantes de Euskadi. Actualmente es un parque muy bonito que incluye el museo del hierro vasco, la capilla de Mirandaola, un frontón de hierro y la citada ferrería donde podremos ver trabajar a los ferrones a la antigua usanza.

A partir de ahí, puedo continuar hasta Legazpi y coger allí el tren de vuelta, o retroceder hasta Brinkola.

Recomendación: lleva tu almuerzo pues en todo el recorrido no encontraremos bares. En el parque de Mirandaola hay hostelería pero no siempre abre.

ENLACES CON MÁS FOTOS Y VÍDEOS:

Tema bares

Estas mismas rutas y otras muchas, te las describo en mi libro LO QUE TU TIERRA TE CUENTA. Un viaje por Gipuzkoa.

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