SANDAILI, LA HORA DEL MIEDO.
Uno de los enclaves más sobrecogedores de Gipuzkoa, escenario de una nueva novela de Ibon Martín.
- Acompañamos vídeos de tan fascinantes lugares.
Sandaili, San Elías, es uno de los lugares más sobrecogedores de Gipuzkoa y me atrevería a decir que de todo Euskadi. Escondido al límite entre las laderas casi verticales de la montaña, la espesura del bosque y las aguas tan negras como misteriosas del pequeño embalse de Jaturabe.
Queda enclavado este paraje tan peculiar en el barrio oñatiarra de Araotz, otro de los sitios más escondidos de Gipuzkoa, aunque mucho más abierto, muy cerca también de las cuevas de Arrikrutz, del Santuario de Arantzazu y de otro icono del montañismo vasco como Aitzulo, el gran ojo de Aizkorri.
Lo curioso es que para llegar a Sandaili el acceso es muy fácil, aunque se pase de largo cada vez que acudimos a Aitzulo o a la cumbre de Orkatzategi. Bien por olvido, o por lo misterioso del lugar, seguimos por la estrecha carretera sin reparar en el cartel indicador de SANDAILI-SAN ELIAS.
Para acceder a la ermita y cueva, hay que tomar la carretera de Oñati a Arantzazu y desviarnos a la derecha siguiendo las indicaciones de las cuevas de Arrikrutz. Enseguida dejaré a la izquierda la entrada a las cuevas para seguir por la derecha hacia Araotz. A los pocos metros, y ya encajonados en el barranco oscuro, pasaré el puentecito del embalse de Jaturabe y veré a la derecha el citado cartel de Sandaili.
Un mínimo rellano me permite aparcar y en cinco minutos de caminata junto a la pared de la gran roca llegaré a este paraje donde nunca mejor dicho, el tiempo se detiene. Muy pronto veremos las ruinas de una vieja casa que perteneció a la serora, cuyo aspecto dan ganas de darnos la vuelta, por si acaso.
Sin embargo, la curiosidad nos atrapa pues veremos una escalera de piedra que sube hasta un gran hueco en la roca, otro más en el macizo de Aizkorri horadado en su interior lentamente por la erosión del agua.
- Un excursionista, o quizás un amigo de los rituales, observa el aska.
Veremos un aska, una pequeña “bañera” de piedra, a la que caen una a una las gotas que se desprenden de la montaña. Así miles de años. Este aska está relacionado con rituales celtas para la fertilidad de las mujeres, que se mantuvieron en el tiempo. En el ritual, una vez realizados en el aska los baños de los pies, las mujeres subían a la ermita para depositar en las manos de San Elías las ropas de bebé. Cuando ya habían parido, volvían a recogerlas, con entrega de alguna limosna.
- ¿Subirás hasta ese gran hueco?
Subimos las escaleras, no sin recelo, hasta llegar a la cueva de Sandaili con su pequeña ermita. La cueva es más sobrecogedora si cabe y a buen seguro veremos volar algún murciélago.
No es de extrañar que aquí haya escogido el escritor Ibon Martín el escenario para su novela “El ladrón de rostros”, con un primer capítulo sencillamente antológico. En él, una mujer se baña en el aska pensando va a culminar su sueño de tener un bebé. Pero una sombra llega…
- “Arantza llora de felicidad cuando esas manos la cogen por la nuca y la empujan de vuelta al agua. Dios te salve, María, llena eres de gracia… No opone resistencia ni siquiera cuando su cuerpo convulsiona, obligándola a respirar. El señor es contigo… No va a fallar, esta vez va a conseguirlo. Bendita tú eres entre todas las mujeres… Nota cómo el agua invade sus fosas nasales y se abre paso hacia los pulmones, inundándolos. Y bendito es el fruto de tu vientre…Por primera vez desde que comenzara el ritual, siente un calor extraordinario en su pecho. Ruega por nosotros, pecadores… Nunca había experimentado una plenitud semejante. Ahora y en la hora de nuestra muerte… La tensión de sus músculos cede mientras su conciencia se desliza lentamente hacia una dimensión desconocida. Amén”
- Subamos a Aitzulo, también en la novela de Ibon Martín.
También Aitzulo merecerá una visita pues el paseo, esta vez muy empinado, nos dejará en 45 minutos en un lugar muy fotografiado de nuestras montañas, en este caso del macizo de Aizkorri.
Os dejo aquí enlaces para subir hasta Aitzulo previo paso por Sandaili, y si queremos un plus, culminar con la cumbre de Orkatzategi de inmejorables vistas a Urkulu, Udalatx, Anboto…
- ENLACE (y da la vuelta cuando quieras): SANDAILI- AITZULO- ORKATZATEGI.
- ENLACE: GALERIA DE FOTOS DE AITZULO.
- ENLACE: (para ver algo más el mismo día): SANTUARIO DE ARANTZAZU
- ENLACE: (para ver algo más el mismo día): CUEVAS DE ARRIKRUTZ.
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