LA GRAN VUELTA A ZUMAIA EN BICICLETA.

Entre el mar y la montaña.

• Por Jesús María Alquézar
• Esforzados de la ruta: Jesús María Alquézar y Juanjo Cimorra.

GRAN ESCENARIO.

Es Zumaia un escenario relevante que no deja a nadie indiferente. Entre las variadas opciones de diferente intensidad hay una marcha a pie que da la vuelta a todo el municipio, a través de pistas en su mayoría. Se puede completar caminando, pero es en la bicicleta todo terreno –BTT- cuando se puede y debe, a mi entender, disfrutar más y mejor, porque el terreno es más favorable para completar el circulo con la máquina perfecta, una gran aliada para muchos recorridos por Gipuzkoa que se deben promocionar como esta para Donosti City.

Esta excursión, que toma las directrices de la singular travesía que todos los años propone el club de montaña “Indamendi” de Zumaia, que es de pocos kilómetros pero exigente en algunos cortos tramos, superables bien con el desarrollo de la BTT, se desarrolla entre el mar y la montaña que se abrazan para ofrecer al deportista un lienzo incomparable en cualquier estación del año. Con un día brillante y soleado la sinfonía de luces y colores es incomparable e inolvidable.

En esta ocasión sugerimos a los aficionados viajar hasta Zumaia (con posibilidad de utilizar el euskotren). La excursión que proponemos ofrece un dilatado calidoscopio patrimonial paisajístico y cultural en un entorno privilegiado. Desde su afamado flysch en el Geoparque de la Costa Vasca con sus acantilados y su legado geológico, hasta las cercanas colinas que surgen alrededor del río Urola en su desembocadura al océano.

En este medio rural y agrícola, en un entorno de montes y caseríos, visitaremos San Miguel de Artadi, Oikia, Ibañarrieta, Elorriaga, y antes de finalizar, un recorrido por Zumaia es muy recomendable para redondear la excursión.

Este “viaje” en bici es apropiado tanto para ciudadanos vascos o para todos aquellos que llegan con bicis y están deseosos conocer el “país” a lomos de las dos ruedas.

SAN MIGUEL de  ARTADI.

Nace la ruta desde el barrio de Basusta, en las afueras del centro de Zumaia, en el puente sobre el Urola, junto a Astilleros de Balentziaga y a la estación del euskotren.

El ciclista cruzará el río por el “bide gorri” dirección a Getaria y en breve tomará la preciosa carreterita –GI 3811- de ascenso a San Miguel de Artadi (señalizada 2,3 km), que sube entre y bajo el valioso encinar Cantábrico. En el alto de la colina se sitúa el templo de San Miguel de Artadi, que destaca desde la lejanía, una iglesia de la que se desconoce su primitivo aspecto y que fue trasformada durante el siglo XIX o XX.

Si es posible merece la visita del interior donde destaca un retablo barroco y la escultura de la virgen del Rosario obra del escultor Julio Beobide. Su reloj que es original y fabricado en Usurbil, se encuentra con su correspondiente protección, en el paseo marítimo de Zumaia.

Desde aquí el entorno es de recibo, pues ofrece un paisaje amplio hacia todos los rumbos, destacando las montañas costeras y las viñas del txakoli. Después se continua por carretera hasta el cercano caserío Arteaga, con diferentes estancias y muchos perros, donde se encuentran las balizas rojiblancas GR 286 (Araindarri bidea) y blanquiamarillas PR GI 241 (Zumaia- Aizarnazabal),  otra posible ruta en BTT.

El deportista las seguirá, en una fuerte bajada propia para especialista. Primero pasará por un túnel bajo la vía del tren y salvando el precioso puente rustico y medieval de Mantzisidor llegará a la aldea rural de Oikia.

OIKIA.

Destaca en esta solitaria localidad el caserío blasonado Txortena zarra, la solariega casa torre Kondekua del siglo XVIII, fuera de la ruta y al otro lado del Urola, pero cercana con  la bici, que merece también su visita, y su iglesia de San Bartolomé (con su pequeña torre campanario del XVIII, que tiene en su interior un retablo atribuido a Andrés de Araoz y en el altar mayor un cristo gótico). El siguiente encuentro será Ibañarrieta.

IBAÑARRIETA.

Este sector, con un  diente de sierra precioso, con subidas cortas pero intensas, entre granjas con plantaciones agrícolas, campas pastizales donde pastan rebaños diversos, con árboles frutales, eucaliptus y encinares, la pista cementada discurre en el alto de una loma con barrancos a ambos lados dominando Artadi a la derecha y en la lejanía, no deja indiferente a ningún ciclista.

Ibañarrieta, es el segundo núcleo aislado de la travesía, con unos pocos caseríos alrededor de su pequeña ermita de Santo Cristo.

La carretera local guía a los ciclistas hacia Arroa Goikoa, en una colina, y antes tomará la carretera a Zumaia (indicada) para abandonarla unos metros después del entronque con otra principal. Se cruza en el momento donde se vislumbra enfrente y a la izquierda un tramo del desaparecido tren del Urola, que desemboca en una pista paralela a la autopista (también se puede llegar por la siguiente rotonda), que se sigue hasta encontrar un paso bajo la autopista paralela.

Se atraviesa y se inicia la parte más dura de la excursión con una corta pero exigente subida hasta un destacado caserío agrícola en el alto de una colina. Desde allí ya todo es más cómodo hacia Elorriaga, cabecera del flysch.

Tras un fuerte descenso, el ciclista se dará cuenta que se haya en el camino de Santiago (Flechas amarillas) que se dirige a Deba por Itziar. Al pie de las misma, nace la carretera a Elorriaga, 2,5 km de soberbia y agradable ascensión hasta el núcleo rural.

ELORRIAGA.

Muy visitado barrio de Deba,  mirador y una puerta al flysch desde su cercana terraza, un balcón sobre el flysch, “Baratzazarrak”, facultativo en ida y vuelta (2 kms).

Caseríos, prados bucólicos y protegidos con sus ganados y rebaños de vacas productoras de buena leche pastando, la tradicional taberna y la ermita de San Sebastián, de fundación inmemorable y citada en 1391. Y en su interior una minúscula pila bautismal y una talla de Andra Mari del siglo XIV constituyen sus principales valores.

Zumaia ya está cerca. Una buena pista de tierra conduce a los excursionistas hasta la cercana pista que llega hasta los caseríos Andika y Mandika. Allí los muy intrépidos podrán descender hasta el litoral por el camino senderista GR 121, a la izquierda, pero ciclable (balizas rojiblancas), o mejor y más fácil y cómoda, no exenta de belleza y placer, los cicloturistas viajeros tomaran la pista que con muchos lazos pierde altura por la ermita de San Roke, y entra en la villa de Zumaia por su extremo occidental.

Zumaia merece un paseo por toda su aérea urbana como guinda a esta recomendable excursión. Destaca el espigón, su plaza de San Juan, la playa y acantilado de Itzurun, la ermita de  San Telmo, balcón del flysch con la ensenada a Aitzuri, su casco medieval con su iglesia fortaleza gótica de San Pedro del siglo XIII, la emblemática punta Algorri, que cambia de color según reciba y a qué hora le de el sol, el museo Zuloaga …. Y sus buenos restaurantes y bares.

Datos técnicos: 22 kilómetros.

Desnivel acumulado: 534 metros.

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