CALA ARTZU. JAIZKIBEL.
Una cala histórica en un sencillo recorrido disfrutando de las maravillas de Jaizkibel.
Jaizkibel es una sorpresa a cada paso, es una montaña mágica, es un tesoro geológico que tenemos muy cerca de casa. Desde Hondarribia hasta Lezo y Pasai Donibane, o al revés, son incontables la cantidad de historias que surgen y la belleza de sus laderas.
Una de las rutas más sencillas y bonitas es la que os propone Donosti City a continuación y que nos va a llevar a la cala más histórica de las muchas que encontraremos en Jaizkibel. Más detalles de otras calas así como de todas las rutas de Jaizkibel los tenéis en los enlaces de abajo.
Al mismo tiempo, podremos alargar la excursión disfrutando de otras maravillas erosivas de la zona.
- La cercana Txurtxipi y erosiones espectaculares.
Cala Artzu (Artzuko Portua o Errota) tuvo un molino desde 1661 y durante casi 300 años, que servía para moler el maíz de los caseríos cercanos, en una época en que la producción se medía en anegas de maíz. Esta cala fue también un asentamiento romano y hasta no hace mucho lugar de acampada. Felizmente, el ayuntamiento de Hondarribia eliminó todas las casetas.
En esta cala vierte sus aguas el arroyuelo Argibel, regalándonos otra bella estampa. Un pequeño rincón que parece sacado del cuento de «El libro de la selva», con orillas arenosas, cañas de bambú, grandes helechos o culantrillos que parecen proteger una gran roca.
EXCURSIÓN DESDE LAS CAMPAS DE MARLA.
- Evita los calores del verano.
- Planifica la excursión temprano a fin de evitar un mayor número de visitantes. La zona es algo concurrida.
- Ten en cuenta las mareas si quieres darte una baño de los recordar toda la vida.
- Por supuesto, no dejes basura. El montañero, de por sí, es muy respetuoso con el entorno. Una veintena de veces he acudido aquí y jamás he visto restos algunos.
Es una ruta bellísima, sencilla y con un buen número de curiosidades. Como iniciación al mundo de Jaizkibel es la más recomendable.
La iniciamos desde el caserío merendero Juztiz, Bien Cultural de Hondarribia, caserío histórico, ahora merendero, que se encuentra junto a un campito de golf. Para llegar aquí lo haremos desde Guadalupe. A unos 500 metros subiendo a Jaizkibel, veremos la desviación Justiz. Hemos quedado en ir temprano así que no habrá problemas para aparcar. Si subimos desde Lezo tendremos que bajar desde el alto de Jaizkibel hacia Hondarribia y antes de Guadalupe veremos a la derecha el cartel de Juztiz.
Bajamos hasta las campas de Marla, junto al mar, la llamada «Irlanda vasca» es una zona de verdes prados a la que acude mucha gente par relejarse, tomar el sol en verano o ver las puestas de sol.
Seguiremos el sendero a la derecha, es decir, dejando el mar a nuestra izquierda por una camino fácil, arenoso, y con erosiones blanquecinas en contraste con el verdor de los prados. Pasaremos sobre las puntas de Arraska y Zapustegi, un pequeño puentecito (foto más arriba) y en apenas 20 minutos desde Marla estaremos sobre la Cala Artzu.
Con marea muy baja se forma algún pequeño arenal, así que si hay suerte, el disfrute de la zona lo tenemos asegurado.
- Cala Artzu
- Desde el arroyuelo Argibel.
De regreso a Marla podemos seguir la jornada disfrutando de más tesoros, el de las erosiones. Para ello, seguiremos esta vez el sendero que lleva hasta Pasaia dejando el mar a nuestra derecha. En un minuto estaremos en una zona muy frecuentada con pozas y pequeños saltos de agua que forma otro arroyuelo.
Otro minuto más y llegamos a más praderas donde veremos la curiosa historia del aterrizaje de Roland Garros.
Fue un 23 de mayo de 1911 cuando el creador del famoso torneo de tenis tantas veces ganado por Rafa Nadal, aterrizó con su avioneta en estas campas tras quedarse sin gasolina en el vuelo de una etapa de la París – Madrid que él mismo organizó.
Justo delante de este cartel explicativo del acontecimiento, veremos una plataforma que merece la atención, pues, si investigamos un poco, veremos un verdadero museo de la erosión, muy básico para entender las maravillas de esta montaña que tiene su máxima expresión erosiva en zonas como Labetxu (el valle de los colores) o Gran Kanto, por citar algunos ejemplos.
A partir de ahí quedan dos opciones: dar la vuelta de regreso a Justiz o, extasiados, continuar un poco más adelante. Si es la segunda opción, continuamos el sendero bajando un pronunciado repecho hasta la siguiente cala, Txurtxipi, con más sorpresas.
Explora esta cala y disfruta de la gran pared que queda a la derecha, una hermana gemela de Gran Kanto, donde verás cientos de formas creadas por la erosión.
- La gran pared de Txurtxipi.
Verás también otro arroyuelo que baja del monte en una zona en la que se encontró el enterramiento humano (J3) más antiguo de Euskadi. Otra curiosidad más en una excursión fantástica.
ENLACES:
Acompaño vídeos ilustrativos.
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