VALLADOLID, CIUDAD SEÑORIAL.

Un paseo entre ilustres personajes, plazas, calles, teatros. Nada falta en Valladolid que hasta presume de playa.

  • Por Jesús María Alquézar.
  • Fotos: Donosti City y Jesús María Alquézar.
  • Vídeo de la Plaza Mayor: Donosti City.

Valladolid, a pesar de su importancia en la comunidad de Castilla-León (antaño Castilla la Vieja), fue capital de España durante el periodo de 1601 a 1606. (El valido de Felipe II, el duque de Lerma, fue quien trajo la corte a Valladolid en los años citados, lo que refleja la importancia de la ciudad en la historia). No comenzó a ser núcleo de población hasta la entrada de la Edad Media y fue fundada como ciudad en el año 1074.

Tribus prerromanas la llamaron Valle de Lid, y de ahí se fue transformando  a Val de Olid, y a la actual denominación Valladolid. En esa época la ciudad ganó importancia a nivel internacional y por la ciudad pasaron intelectuales de la Corte, como Góngora, Quevedo y Cervantes.

La ciudad era importante antes de la guerra civil y fue uno de los centros de levantamiento militar. Por ello sufrió importantes bombardeos del ejército republicano . La instalación tras la guerra de importantes fábricas provocaron un importante crecimiento, pero ello provocó la pérdida de patrimonio arquitectónico. El casco antiguo, conventos e incluso palacios de época renacentista fueron derribados para construir bloques de pisos sin criterio urbanístico y uniformidad que modificaron el casco histórico y tiene sus consecuencias, aspecto que certificamos en nuestra visita.

Actualmente la fábrica más importante es la Renault. Es la empresa mas potente de la economía pucelana, pero tiene muchas del top ten de España, Michelín Valladolid entre ellas, y también destacan las empresas de agroalimentación.

Valladolid es una ciudad muy señorial, elegante y moderna de más de 300.000 habitantes y que mira al futuro con pujanza. Entre los eventos más importantes está el festival de cine “Seminci” y la “Semana Santa”, un espectáculo de fe que se celebra con fervor y tradición que hay que intentar conocer, amen de tener una programación cultural de verdadero interés.

UNA CITA con PERSONAJES ILUSTRES

En la historia Valladolid es cita de personajes ilustres de los que la ciudad está muy orgullosa  El 19 de octubre acogió la inquisición que dio lugar a la celebración de famosos autos de fe en la Plaza Mayor mencionado en la novela El Hereje de Miguel Delibes.

Otro personaje fue Cristóbal Colón, que pasó aquí los últimos años hasta su muerte en el año 1506.

Al conquistador le seguiría en importancia el literato español más famoso de todos los tiempos: Miguel de Cervantes. El escritor se trasladó a la ciudad del Pisuerga para escribir sus novelas mas reconocidas entre ellas El Quijote. En el año 1604 se publicó por primera vez en esta ciudad.

DESDE DONOSTIA a VALLADOLID

El viaje en bus es relámpago, por Gipuzkoa, Araba, Burgos hasta Valladolid y nunca cansa por la diversidad de los paisajes que se ofrecen, desde las montañas verdes vascas hasta la meseta castellana,  y en pocas horas partiendo temprano se almuerza en la ciudad, y la tarde es el momento oportuno para situarnos en la urbe, para pasear y visitar en la ciudad los 15 lugares recomendados que no hay que dejar de ver para descubrir esta ciudad, quizá desconocida por muchos viajeros.

Son necesarios dos días, para intimar con tranquilidad con el centro histórico de origen pero algo transformado y también para recorrer los puntos más queridos por los pucelanos, porque siempre que se pueda hay que emular sus costumbres para conocer mejor a los vecinos de cada lugar que visitamos. No se debe olvidar el imprescindible paseo nocturno por el centro.

Destacamos verdaderos ejemplos arquitectónicos, aunque mezclados con construcciones que rompen ese equilibrio antiguo e histórico, edificios con larga historia que se  mezclan con museos. A pesar de todos los peros, Valladolid, con sus pueblos y aldeas, la tierra de Campos y el canal de Castilla, en un programa de cinco días merece el viaje.

VALLADOLID, la capital.

Nos gusta, quizá por la edad, recorrer caminando la ciudad  a la antigua usanza, con el práctico y antiguo mapa, orientándonos con los nombres de las calles. Cada viajero traza su ruta y además con un guía podemos saber mas y mejor de la historia y tradiciones. Y así lo hicimos, pero en esta ocasión con el reportaje del blog Donosti City, fiel ayuda, que te lo citamos en el enlace más abajo.

Comenzamos la excursión, estando albergados en el centro a pocos minutos de la plaza mayor, en la sorprendente  iglesia de San Pablo. Valladolid es la tercera ciudad de España con 57 templos católicos. En las cercanías  tenemos el Museo Nacional de escultura, otro edificio con una espectacular fachada. Con tiempo, los amigos de los museos tienen aquí un perfecto empleo del tiempo pues se conservan maravillas.

  • Chillida en Valladolid. «Lo profundo es el aire» en el lateral de la calle Cadenas. Chillida se lesionó de gravedad como futbolista de la Real Sociedad en Valladolid.

La caminata nos llevará hacia la curiosa Catedral, pero antes encontraremos la iglesia de Santa María de la Antigua, otra joya en Castilla León. Su esbelta torre de más de 55 metros de altura con dos campanarios románicos es un emblema de Valladolid. Es una comunión de estilos románico y gótico siglos XIII y XIV.

Como tradicionalmente en casi todas la ciudades, la Catedral es una cita obligatoria. Alrededor de la misma hay una plaza animada, la de Portugal con fantásticos edificios coloristas que obligan a practicar el arte urbano fotográfico . Quizá el templo este un tanto encerrado por otros edificios pero aun así contornearlo es un placer. Se puede ascender a su única torre para disfrutar del centro histórico a modo de vista de pájaro y aunque sea de corta visita se recomienda entrar.

Detrás de la Catedral otra plaza marca la diversidad, es la de la Universidad, cuya referencia es la estatua de Miguel de Cervantes. El edificio  que la preside es actualmente sede de la facultad de Derecho y tiene una incomparable fachada barroca de 1718. El interior merece entrar y se disfruta con vidrieras y azulejos artísticos.

En en otro de sus laterales aparece el gran teatro Calderón (Calderón de la Barca), importante dramaturgo y poeta español, insignia de estas infraestructuras en España. Acoge numerosas actividades culturales y artísticas, especialmente la Semana de Cine, la popular y reconocida” Seminci”.

Paseando desde la catedral por las calles Cascajeras y Cánovas del Castillo cruzaremos bellos edificios históricos y atravesaremos el Pasaje Gutiérrez, una galería que data del año 1866, una de las pocas comerciales de España, que rivaliza con las más bonitas de Europa, y es una de las puertas de la nombrada Plaza Mayor situada en el corazón de la ciudad y antaño mercado. Aquí finalizaron las dos horas con guía y el resto quedó a discreción del turista.

Tras el disfrute de la visita, hay que ir al encuentro, por la estrecha calle Correos, recomendado txoko de la gastronomía en miniatura de Valladolid, con diferentes establecimientos hosteleros, y acercarnos por la incomparable calle Cebadería, la favorita, dicen, de la ciudad, con soportales y preciosas fachadas de colores  hasta el imprescindible y bello mercado de abastos “del Val”. Construido en hierro entre los años 1878 y 1882  e inspirado en el estilo parisino de Les Halle, tiene de todo con puestos para tapear maridando sus pintxos con los buenos vinos: Ribera del Duero, Rueda o Cigales que aquí se producen. Un aperitivo antes de almorzar para seguir conociendo la ciudad.

Aún nos quedan diferentes lugares para disfrutar de esta ciudad.

Volvemos por otra iglesia, la de San Miguel y San Julián, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura jesuítica y otro monumental templo que no hay que dejar de ver  para entrar de nuevo en la Plaza Mayor y  tomar la comercial y peatonal calle Santiago que nos acerca al río Pisuerga, otro estandarte, y penetrar en el parque de Campo Grande, el pulmón verde, lugar de paseo y descanso de los vallisoletanos, por la plaza Zorrilla.

Saldremos por la calle Filipinos donde se sitúa el museo Filipinos en el antiguo monasterio de Agustinos y llegar hasta la cercana estación del Norte Renfe ”Campo Grande”  de elegante y tradicional fachada con un interior moderno remozado por la llegada del tren de alta velocidad. Como amigos de los trenes que somos siempre visitamos estos importantes puntos de comunicación ferroviaria en todas las ciudades. No podía faltar el de Valladolid.

Y como siempre quedan lugares menos concurridos, buscamos la plaza de España un espacio muy concurrido con parada de buses hacia muchos destinos, algo fea pero importante en la planificación urbana con fuente cuyas aguas brotan de una enorme esfera y con una marquesina donde se instala un mercado de verduras y flores.

La ciudad cansa y hay que reposar, para volver a salir de excursión por la noche, porque el centro iluminado tiene otra dimensión, otra imagen que merece conocerse y además los pucelanos salen mucho en esa franja horaria e invitan a mezclarnos con ellos en sus costumbres diarias.

ÚLTIMAS HORAS EN VALLADOLID

Antes de regresar, como siempre hacemos, recomendamos la alternativa de despojarnos del clásico traje de turista y emular el ocio de los vecinos de la localidad visitada. Por Valladolid pasa el río Pisuerga, afluente de Duero, y es origen a la muy utilizada expresión “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid”,  refrán que se usa cuando se empieza a hablar de algo que no tiene que ver con lo que se estaba tratando.

Los habitantes de Valladolid no viven de espaldas a su río y utilizan las importantes áreas de esparcimiento para el recreo por avenidas y vías paralelas al río, por donde caminan y corren de puente a puente. El Paseo de Zorrilla e Isabel la Católica son dos  excepcionales arterias de paseo muy utilizadas  por los locales junto con las que se desarrollan por la orilla cercana a la corriente. Entre los pasos de Poniente y Mayor se sitúa la playa  de arena fina de las Moreras, donde se puede tomar el sol, en toalla o sobre hamaca, o darte un baño y hasta tomar un aperitivo en el chiringuito del barco “Pera limonera” allí amarrado.

También se va a descansar a la sombra de los árboles en zonas verdes allí instauradas por el consistorio. En verano y en los fines de semana, se puede navegar por el Pisuerga y descubrir la ciudad y sus secretos desde el rio y desde otro ángulo en el crucero “la leyenda del Pisuerga”.

No debemos olvidarnos de visitar el Palacio de Santa Cruz y la cercana Plaza del Viejo Coso, antigua plaza de toros, que es otro de los rincones secretos a visitar, especialmente por su arquitectura. Es una plaza octogonal, construida en 1833 rodeada de viviendas de dos pisos, con balcones corridos que servían de palcos. Es un lugar tranquilo de la ciudad y adonde pocos viajeros llegan.

Despedida de nuevo desde la Plaza Mayor, que justifica el viaje a Valladolid capital , pero no de la región pues ahora iremos a conocer y a caminar por la naturaleza, por la tierra de Campos, sus aldeas y pueblos que se desarrollan alrededor del Canal de Castilla.

ENLACE: VALLADOLID, ENTRE SU HISTORIA Y EL TAPEO.

ENLACE: VALLADOLID, TIERRA DE CAMPOS.

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