EN BICI POR ALKIZA Y EL MURO DE HIKA.

Una ruta por Alkiza, que se subirá en el Tour de France 2023, y el muro de Hika con final en Villabona.

  • Por Jesús María Alquézar.
  • Añadimos enlaces y vídeo resumen etapa de la Itzulia 2023 con final en Hika.

El ciclismo ha cambiado mucho en los últimos años y los ciclistas, que son unos muy bien preparados deportistas, es difícil que se queden atrás en el pelotón. Las organizaciones de las pruebas, para que se obtengan diferencias en las carreras y dar más relieve a las mismas, han tenido que cambiar los conceptos y características de las etapas, para que no decepcionen, con itinerarios más cortos y ascensiones más exigentes y hasta explosivas, con altos porcentajes en las pendientes para obtener distancias .

  • Nuestros esforzados de la ruta, Jesús María Alquézar y Juanjo Cimorra, lejos de quedarse atrás, coronan sin oposición.

Ocurre en todas las carreras de 1ª Categoría “World Tour” de nuestro entorno, y también en el Tour de France, que en la edición de este año (2023) recorrerá las carreteras vascas, con una 2ª etapa que irá de Vitoria a Donostia pasando por Gipuzkoa por Goierri y Tolosaldea.

Una de las carreras que más “muros” ha buscado para desnivelar las balanzas y ganen los más fuertes ha sido “la Itzulia”, Vuelta al País Vasco, que año tras año ha encontrado verdaderas paredes con unos porcentajes casi imposibles, pero que los corredores logran salvar con nota obteniendo diferencias, algunas importantes y suficientes para ganar la general.

Así contabilizamos las subidas extremas de Aia, Ibardin, La Lejana, La Antigua, Elkano, Mallabia, que recordamos, y en éste año la gran novedad(2023) ha sido Hika-Amasa, de extrema dureza, donde los espectadores ocuparon todas los bordes de la calzada en espera, con mucho tiempo  de antelación, la llegada del pelotón para ver en directo, en una comunión ciclistas – ciudadanos .

  • Muro de Aia. Foto Youtube: Aldekoa82

Otra organización que ha buscado y encontrado subidas duras ha sido “la clásica de San Sebastián”, descubriendo en últimos años “muros” en Igeldo tales como “Bordako tontorra” o “Murgil”, ascensión ésta última ya consolidada en los últimos kms donde se puede decidir la carrera.

No os perdáis este enlace sencillamente memorable de Donosti City que esta dando la vuelta al mundo con las ascensiones a los muros de Igeldo en un solo día: Arratzain, Txalin, Ttonttorra, Murgil y Pilotegi, con opción de añadir de salida Agiti.

De momento, nadie ha terminado el reto.

  • Curva de Pilotegi en Igeldo.

Cuando se dan a conocer estas novedades, muchas de ellas totalmente desconocidas para la mayoría, los ciclistas aficionados y turísticos practicantes acuden allí en avalancha a intentar salvar el reto, emulando a los ciclistas profesionales. Así ha ocurrido en Hika y Donosti City, con sus corresponales Cimorra y Alquézar, no podían ser menos y han ido hasta allí para conocer las sensaciones e intentar derribar “el muro ”, con un itinerario por donde también cruzará el Tour 2023. Tal como lo hicieron, nos lo cuentan.

DESDE TOLOSA a ANOETA

Como siempre nuestro aliado es el mapa con el que diseñamos la ruta. El tren Renfe es amigo para llegar a Tolosa estación con las bicis sin desmontar donde comenzamos a pedalear en una excursión mixta, turismo y deporte. Vamos a circular por un tramo por donde pasará el Tour de France 2023, y finalizaremos en la meta de la 3ª  etapa de la Itzulia 2023 (Errenteria-Hika txakolindegia).

Atravesamos Tolosa y el río Oria nos marcará el camino. Cruzamos por el centro de la almendra urbana. Al pasar vemos los lugares mas emblemáticos de la villa: la  puerta de Castilla, arco neoclásico donde  antaño se ubicaba la puerta de la muralla, en el “triangulo” actual, en su cercanía nos encontramos con el curioso mercado de Zerkausia o del Tinglado, una destacada galería de arcos acristalados, apoyados sobre columnas sobre el río a modo de palafito, donde los sábados se celebra el tradicional mercado semanal.

Después pasamos por la plaza Zaharra, que desemboca en kale Nagusia-calle Mayor, donde vemos el Ayuntamiento, el Palacio de Idiáquez  y detrás están el imponente templo gótico de Santa María y el Palacio de Aranburu. A la derecha se encuentra el antiguo molino hoy sede del Rincón del Viajero “Antxón Bandres”.

Estamos en el casco viejo donde se advierte el trazado urbano medieval con tres largas calles. Seguimos por una de ellas hasta el final de la almendra y dejando a la derecha el puente Nuevo tomamos el carril bici de la vuelta a Gipuzkoa que nos guía hasta Anoeta. Por aquí llegará el “Tour” desde Larraitz.

Tolosa es también muy apreciada por la plaza de Euskal Herria, el primer ensanche de la antigua capital de Gipuzkoa, dónde se ubica el antiguo Palacio de Justicia, con edificios uniformes del siglo XIX  y actualmente sede del museo Topic, y no olvidemos sus productos gastronómicos, como la alubia, las guindillas de Ibarra, los dulces, chocolates y turrones, los txuletones y los productos frescos de los baserris que llegan aquí todos los sábados, otro barómetro guipuzcoano de los productos locales.

Desde Tolosa hasta Anoeta son 3 kilómetros paralelos a la vía férrea y al Oria. Cruzamos la plaza junto a la iglesia San Juan Bautista y al salir tomamos a la izquierda la bien señalizada carretera a Alkiza. Anoeta está muy vinculada al ciclismo pues es la localidad natal del campeón Abraham Olano.

Cota de ALKIZA y descenso a VILLABONA.

Vamos a compararnos con el pelotón ciclista en una preciosa escalada considerada en “la Grand Boucle” de 3ª categoría. Hasta Alkiza (342 m.), el 2 de julio ésta carretera-GI 3630-, recibirá cientos  aficionados para ver el paso de la caravana multicolor.

Es una subida de 4,55 kms. que supera 275 mts. con un 6,04 % de promedio con picos km a km al 6,7; 7,5; 2,2; 7,5 y  6,5. Tras dos kms. a la sombra de un frondoso bosque la ruta se despeja ofreciendo bellas vistas, con numerosos caseríos y praderas protegidos por el macizo del Ernio (1072 m), el vigilante en la ascensión y descenso.

Una perfecta herradura indica que estamos cerca del casco de la villa con título de noble y leal, donde destaca la Iglesia de San Martín cuya construcción se inició en el siglo XVI, que sustentada por fuertes contrafuertes, forma una plaza con el Ayuntamiento y que tiene un afortunado mirador que no se debe evitar y que ofrece un destacado  paisaje.

El pintor Goenaga y el escultor Koldo Jauregi tienen en Alkiza sus talleres, como vemos en el enlace de Donosti City más abajo.

La bajada despejada en un marco de mundo rural y a la sombra del Ernio es una de las más bellas de los puertos de montaña de Gipuzkoa que recuerdo, que ofrece unas impresiones perdurables  y que tras 3,95 kms. finaliza en las cercanías de Villabona a donde se llega tras otros 2,5 kms más de pedaleo.

En Villabona-Amasa dejamos la ruta del Tour que enfila hacia la meta en la capital de Gipuzkoa, Donostia-San Sebastián. Vamos al centro del pueblo pasando bajo la vía del tren  y cruzamos  el Oria por el precioso puente de Zubimusu de tres ojos en busca del cruce a Amasa, visitando antes la plaza Consistorial, neoclásica siglo XIX, donde se celebra el tradicional mercado semanal y la iglesia del Sagrado Corazón contemporánea del siglo XX.

Ya estamos en los últimos compases de la etapa de la Itzulia con la ascensión a la pared de Hika. Tomamos a la izquierda la carretera dirección señalizada “Amasa” que aunque la prueba no llega allí y toma una variante a la izquierda tras pasar bajo el puente de la autovía, nosotros subimos primero hasta Amasa a 1 km tendido, a modo de visita turística pues nunca hemos llegado hasta este  barrio de Villabona y  que se asienta en un marco por excelencia.

AMASA e HIKA

Estamos en los últimos Kms. de rodar sobre la bicicleta hasta la meta de “Hika txakolindegia”. En Villabona, nuestra primera intención  es la variante de Amasa, con 1 km. de ascensión picando hacia arriba pero no dura. En la ladera del monte Urdelar, destacamos su núcleo rural poblado de caseríos bien unidos por pistas cementadas y en su casco central despunta la imponente iglesia ”San Martin de Tours” -siglos XVI/XVII- que es como una fortaleza, un edificio muy austero sin elementos decorativos  y que asemeja a una gran mole de piedra, en un altozano que ofrece bellas vistas sobre el valle, especialmente.

Descendemos ahora nuevamente hasta el paso inferior de la autovía y a la derecha se toma la carretera a Hika. Los primeros metros nos acercan , con tendencia  ascendente, hasta el campo de fútbol Arratzain, en cuyo aparcamiento de coches nace la estrecha calzada hacia Hika (195 m.) (señalizada).

Continúa por el límite de la gran extensión de terreno donde se cultiva el vino vasco Txakoli en 7 hectáreas, en un conjunto de viñedos orientados al norte hacia el Cantábrico en pendiente con vides bien diseñadas geométricamente y perfectamente alineadas, donde se obtiene un excelente caldo con la ”D.O. Getaria takoliña “, que es una garantía.

Justo enfrente, y en el alto de la colina, se divisa un edificio singular, es la bodega de Hika, moderna y elegante, con una estructura particular y una cubierta muy original con madera laminada y en curva

Con la vista a la bodega, tras 400 mts. de travesía en el extremo de la plantación, el carretil cambia de dirección en una curva de 90º y el ciclista se posiciona frente al gran muro, una larga recta de 300 mts. que no baja del 26% y por lo tanto se considera de sobresaliente resistencia.

Aquí se resolvió la etapa de la Itzulia y nosotros también logramos superar esta pared con enorme satisfacción, quizá la más dura de las que hemos escalado, y como premio degustamos varios vasos del vino Txakoli Hika que aquí se produce.

Tras un gran esfuerzo, en piernas, pulmones y corazón “a  bout se souffle”, “sin aliento”, habíamos vencido a la pared de Hika para descansar del exitoso intento  en la rotonda donde se exhiben barricas de txakolí a modo de bienvenida en una gran pradera cimera donde se ubica  la bodega .

Es un lugar privilegiado sobre el valle del Oria donde el monte Ernio es la estrella del paisaje. Allí, como adorno, en un extremo se ha colocado una preciosa y espectacular escultura roja del Arrasatearra Iñigo Arregi , que abraza al visitante, ciclista o caminante.

La construcción de esta especial bodega corresponde al estudio de arquitectura, ingeniería y medio ambiente “Hirigintza” . La  sorprendente bodega Hika tiene también un restaurante para la celebración de eventos y ceremonias y está dirigido por un equipo cuyo chef es el conocido cocinero Roberto Ruiz, que gestionó durante 25 años el restaurante “El frontón” de Tolosa.

Y toca finalizar nuestra jornada. Ahora descendemos hasta Villabona, donde tomaremos el tren   para regresar a Donostia, en una etapa corta pero muy deportiva  y turística de 25 kms.

  • NOTA DE DONOSTI CITY: No es difícil imaginar la satisfacción culinaria de nuestros enviados especiales a la ruta… y a la bodega. El gran Roberto Ruiz, con su boina, seguro les atendió como merecen.

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